Sicarios dispararon contra el hombre y una de las balas impactó a su hijo de cinco años de edad, ambos perdieron la vida.
En medio de un ataque sicarial perdieron la vida un hombre y su pequeño hijo el domingo 26 de noviembre, en la calle 66 con carrera 1B del barrio Santo Domingo de Guzmán, en la localidad metropolitana de Barranquilla, Atlántico.
Eran alrededor de las 7:30 p. m. cuando sujetos a bordo de una motocicleta llegaron al sitio, uno de ellos, desde el vehículo, disparó contra Luis Feifo Garzón, de 33 años, luego descendió de la moto y accionó el arma en tres oportunidades más en su contra, impactando una de las balas al pequeño Keiler Feifo, quien tenía cinco años de edad y estudiaba en preescolar.
Sacando fuerzas en medio de un dolor insuperable, Fernando, padre y abuelo de las víctimas, contó a Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News:
“Estábamos sentados aquí y el hijo mío estaba recostado en el poste cuando una moto llegó por la parte de atrás, sobre la moto le disparó, se bajó y le hizo tres tiros más, creo que de esos tres tiros uno fue el que le pegó al niño que estaba al lado. Cuando yo lo levanté con el otro hijo mío ya iba muerto, al niño lo cogió la mamá, yo me desesperé porque no sabía a quién coger si al niño o al hijo mío, cogí a mi hijo y lo llevamos al Camino Santa María pero lo llevamos ya muerto”.
Ese día Luis y su hijo habían departido con Fernando, posteriormente, Luis se sentó por el poste para escuchar la música que programaban unos vecinos y tomar cerveza con su hermano. El padre de la víctima agregó:
“Yo les hice una sopa a mi hijo y a mi nuera, él me dijo que le apartara un plato de sopa para tomárselo, yo le dije que había bastante para que tomara, el niño me pidió un plato de sopa y se lo di, no hacían tres minutos que el niño se había tomado el plato de sopa cuando sucedió eso. Al niño y al papá les gustaba el baile, mi hijo estaba alegre porque allá en el picó, un equipo, estaban poniendo música y él estaba ahí, compraron una caja de frías y se la tomó con el otro hijo mío, y yo que estaba ahí sentado en esa silla nunca pensé…”.
El hombre pidió justicia, especialmente por Keiler, quien apenas comenzaba a vivir: “Las autoridades están en busca de esclarecer el caso, uno está adolorido, esto es un dolor grande, yo tengo ocho hijos, cinco de ellos con el matrimonio y nunca pensé y iba a pasarme algo así. Le pido a las autoridades que haya justicia y que Dios dé fortaleza para que capturen a esos bandidos porque no tenían por qué hacer esas cosas, no tanto de lo que le hagan a uno sino por el niño que apenas estaba empezando la vida, que solo tenía cinco años”.
Sobre su hijo aseguró: “Mi hijo mío no era un tipo de problemas, sino trabajador, él era comerciante, tenía un picó y había acabado de sacar las máquinas del picó para empeñarlas y poner un almacén en la parte de atrás, porque él quería salir adelante”.
La madre y abuela de las víctimas, respectivamente, también expresó: “Lo único que pido es que se haga justicia por mi nieto porque mi nieto era un bebé, no vivió la vida, Dios mío, ¡ay Dios! ¿Por qué le hicieron eso?, esto es feo”.
Sobre Luis Feifo Garzón, la Policía indicó que tenía cuatro anotaciones judiciales, una por violencia intrafamiliar (septiembre de 2023), otra por fraude a resolución judicial (noviembre de 2016), una por tráfico de estupefacientes (abril de 2014) y una por receptación (febrero de 2014), y que el ataque en su contra habría ocurrido por un “ajuste de cuentas”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
