En cámaras de seguridad se observa cómo dos hombres interceptaron a la adulta mayor, a la cual le habrían suministrado la sustancia.
Con mucha indignación, Josuad Rodríguez comparte insistentemente las imágenes de los momentos en que delincuentes le suministraron una sustancia, al parecer, escopolamina, a su progenitora, una adulta mayor de 63 años de edad, para robar sus pertenencias, hechos registrados en el barrio El Carmen, en Barranquilla.
“El día viernes mi mamá salió a hacer una diligencia en el barrio Los Andes en la 63 con 21 y se le acercó un hombre de tez morena, alto, de contextura delgada y le preguntó una dirección, mi mamá le dijo que ella por ahí no conocía y que le preguntara a un señor que iba llegando. Entonces el señor que era otro moreno, grueso, alto, que aparece en el video, dijo que él ayudaba a ver dónde era, cuándo empezaron a involucrar a mi mamá, el señor delgado empezó a decir que se sentía mal, que era ecuatoriano, que había pedido un taxi para que lo llevara a ese sitio y lo dejó tirado, entonces mi mamá le dijo que no le podía colaborar porque tenía que hacer una diligencia y le iban a cerrar la oficina a donde iba”, contó Josuad.
Entre los dos individuos comenzaron, presuntamente, a manipular a la mujer para que cumpliera sus pretensiones. “El tipo fingía que le dolían los riñones, el señor le dijo a mi mamá que él sabía que ella era una buena persona, que la iban a acompañar para que pudiera hacer la diligencia más tarde. Él le preguntó a ella qué diligencia iba a hacer y ella le dijo que iba a pagar una cuota del predial”.
En cámaras de seguridad se ve a la adulta mayor y a los hombres caminando a la altura de la carrera 21 con 57 y cuando llegaron a la cancha del barrio El Carmen tomaron rumbo a su residencia en ese barrio.
Le dieron instrucciones para que les diera sus pertenencias
“Ellos le preguntaron que dónde vivía y le dijeron que la iban a acompañar. Con tan buena suerte contaron los delincuentes que mi apartamento estaba solo, ya que ahí nada más vivimos los dos y yo estaba trabajando. Mi mamá, bajo los efectos de la droga, les abrió la puerta. Estando en el apartamento le pidieron que les entregara las joyas que tuviera, ella les entregó su cadena, los anillos, unos aretes; la cadena estaba avaluada en $800.000, los anillos en $600.000 y los aretes en $800.000, además de eso, se llevaron un dinero que yo tenía en efectivo en la casa, un poco menos de $1 millón, la plata que mi mamá llevaba para pagar el predial y su celular”, contó el hombre.

Los individuos no ingresaron al apartamento, ya que en este hay cámaras, pero le indicaron a la mujer que les fuese pasando sus pertenencias. “Ellos llegaron a mi casa a las 12:15 del mediodía y a las 12:45 bajó con mi mamá uno solo, el más joven. Unos vecinos vieron a mi mamá con un señor, pero pensaban que era un familiar porque todo el tiempo tuvo a mi mamá agarrada del brazo. Se llevó a mi mamá por cuatro horas, no sé para dónde o para qué porque ella no recuerda. Dejaron a mi mamá, aproximadamente, a las 4:00 de la tarde. Ellos, seguramente, le dijeron a mi mamá que fuese a buscar más plata y mi mamá fue a dos casas vecinas prestando dinero. Los vecinos quedaron asombrados, le preguntaron y ella les contó que un señor le tenía el celular y le había pedido que llevara dinero a donde estaba él. Me llamaron a mí y me dijeron que ella estaba con la mirada perdida”.

El hijo de la adulta mayor la llevó a un centro de salud, donde le indicaron que su madre estaba bajo los efectos de una sustancia: “Según el médico, pudo haber sido escopolamina. Yo puse este caso en manos de las autoridades. Sé que lo que se perdió ya no lo vamos a recuperar, afortunadamente, esa sustancia no causó una consecuencia letal, pero sí quiero evitar que esas situaciones se sigan presentando. Según, esa es una banda, muchos de ellos viven en El Valle y operan desde el Parque de las Manitos. Muchas personas empezaron a decir que los señores eran burundangueros y a denunciar que han sufrido casos similares a los de mi mamá”, finalizó Rodríguez.




