El abogado y líder social del suroccidente de Barranquilla Guillermo Acevedo, progenitor de la víctima, pidió a las autoridades que este crimen no quede en la impunidad.
La noche del jueves 12 de enero se convirtió en una pesadilla para Guillermo Acevedo Gómez, padre de Luis Guillermo Acevedo Herrera, joven de 19 años que fue asesinado por un sicario en el barrio El Valle, al suroccidente de Barranquilla, Atlántico.
A Luis Guillermo, quien habría cumplido 20 años el próximo 22 de enero, le dispararon cuando se encontraba en la casa de sus suegros; en el lugar habían alrededor de cinco personas, pero el sicario le asestó dos disparos a él y luego lo persiguió para asegurarse de quitarle la vida.
“Sé que habían más de cinco personas en el inmueble entre hembras y varones, mi nieto de cuatro años se encontraba ahí. Mi hijo se disponía a abordar su moto para partir hacia mi casa y tenía a su hijo en las piernas colocándose el casco y le apareció el sicario por la parte posterior, le disparó en dos ocasiones, él salio corriendo hacia el interior del inmueble, de acuerdo a lo que me informan las personas que vieron, y ahí fue rematado”, contó el padre de la víctima, abogado y líder social de la ciudad.
Acevedo Gómez, quien se encontraba desde las instalaciones de Medicina Legal en Barranquilla esperando la entrega del cadáver de su hijo, se refirió a la hipótesis que vecinos del sector dieron a conocer a Impacto News, sobre que el ataque sicarial no iba dirigido contra él:
“Puedo dar por cierto que no era contra él porque ninguno de mis seis hijos ha tenido problemas con persona alguna, ni por discusiones, no tienen vicios, son unas personas visibles, útiles a la sociedad, mi hijo Luis no era la excepción. Que él tuviera problemas con alguien por xy motivo lo desconozco, es posible que esa versión tenga fuerza, seguramente sí, tenía otro destinatario, pero seguramente estaba en el lugar que no le correspondía en ese momento, sin embargo, esa es la casa de su suegra y por circunstancias de la vida esa pérdida la estamos sufriendo en mi familia”.
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Luis Acevedo Herrera cursaba sexto semestre de Administración Financiera en la Fundación Universitaria Ceipa, trabajó durante dos años en una empresa de apuestas y recaudo, y hace un mes se había vinculado a una empresa de servicios públicos. Su padre dijo sobre él:
“Lo que tenemos para recordar de mi hijo Luis son buenos momentos, un hombre criado en el seno de una familia honorable, en medio de la pobreza y con dificultades le pudimos inculcar valores que llevó a lo largo de su vida, pero unas balas asesinas le segaron la vida, dejándole muchas cosas por hacer. Era un hombre amable, agradable, el que lo conocía quería conservar esa amistad porque era un pelao que a todo el mundo le caía bien, estudiante universitario, trabajador“.
Además, el líder social contó sobre la vida de su hijo: “A los quince años se hizo padre de familia, a pesar de eso no abandonó sus estudios, continuó con su proyecto de vida, contando con el respaldo de nosotros como padre, tenía muchos sueños que dejaron de cumplirse por ese hecho sicarial que le segó la vida con siete balazos que se alojaron en su cuerpo”.
Finalmente, Guillermo Acevedo envió un fuerte mensaje a las autoridades: “Como mi hijo no era un cualquiera no quiero escuchar que salga el comandante de la Policía o cualquier autoridad político-administrativa a decir que eso es producto de una vendetta entre pandillas o entre bandas criminales, mi hijo no hacía parte de ninguna organización delincuencial, era un hombre de buen perfil, de buena crianza, sus otros hermanos son de igual perfil y las autoridades competentes deben dar el resultado que nuestra familia está esperando, una investigación exhaustiva para dar con los responsables y que paguen por el hecho que cometieron“.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
