La madre del adolescente de 16 años intentó salvarlo dándole respiración boca a boca.
“Ese es un dolor grande que no se lo deseo a nadie, perder un hijo”, dijo este martes Yuris Díaz, madre de Alexis Daniel Díaz Fontalvo, quien tan solo con 16 años perdió la vida en la tarde del 11 de abril en un jagüey, ubicado a la altura del barrio 20 de Julio, de Barranquilla.
La mujer contó que ese día dejó a su hijo almorzando en su residencia y ella partió junto a su madre para la casa de una hermana. Nunca se imaginó que su hijo fuese a salir de un momento al otro, convidado por un amigo para ir al jagüey, y menos que eso le costaría la vida al adolescente.
“Cuando estamos allá nos llevan la noticia de que él se estaba ahogando en un jagüey, nosotros inmediatamente nos fuimos para allá pero a mi hijo no lo encontraban. Hay varias versiones, dicen que un amigo se estaba ahogando, él fue a salvar al amigo y entonces se hundió él, a mi hijo no lo encontraban, después lo sacaron”, contó la progenitora de Alexis.
Esa versión de los hechos le fue ratificada por uno de los amigos que acompañaba al menor en el jagüey: “Él nos dijo que un amigo de él se estaba ahogando, ya mi hijo había salido, estaba afuera, pero los demás en vez de auxiliar al otro salieron fue a avisarle a los familiares, entonces el hijo mío se devolvió para auxiliar al amigo, pero él se hundió, no pudo salir“, agregó la mujer.
Yuris y su compañero sentimental arribaron al lugar, el hombre sacó al menor del agua con la ayuda de varios jóvenes. “Yo le di respiración boca a boca, botaba agua, lo llevamos a la Clínica de Los Almendros y allá me dijeron que el niño llegó sin signos vitales”, contó la madre.
Del menor se conoció que era el segundo de cuatro hermanos, cursaba séptimo grado, soñaba con prestar el servicio militar y ser soldado profesional. Yuris Díaz le envió un mensaje a los niños, adolescentes y jóvenes que ponen en riesgo su vida bañándose en el jagüey.
“Les digo que cojan escarmiento, que le hagan caso a sus padres y avisen cuando vayan a salir, para que sus padres sepan dónde están, que cojan escarmiento que ese jagüey tiene puro barro abajo, cualquiera se puede ahogar ahí, mi marido que se tiró y sabe nadar y me dijo que no tocó fondo”.
Finalmente, con un dolor que quebranta su alma, la madre recordó los últimos momentos que vivió al lado de su hijo: “Ayer hablamos, nos jugamos, él estaba alegre, compartió ayer con su familia, jugándose con nosotros. Ese es un dolor grande que no se lo deseo a nadie, perder un hijo”.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
