El denunciante asegura que todo se trata de una trama que estarían armando agentes de la Sijín contra su familiar.
El atentado a bala que había dejado gravemente herido al utilero del Junior de Barranquilla, Léider Enrique Frías Trillos, y a una persona que lo acompañaba en ese momento e identificada como Johan Manuel Torres, ocurrido el domingo 18 de junio, en plena celebración del ‘Día del Padre’, tiene en alerta al señor Álvaro Orozco Ochoa, quien ha salido a denunciar públicamente que su hijo Romario Orozco está siendo acusado injustamente de ser el autor material de ese hecho.
Ante la página de noticias Ojito de La Calle, la tarde del jueves 29 de junio el señor Álvaro señaló que, sin saber cuál es la razón del falso señalamiento en contra de su familiar, todo proviene de parte de dos agentes de la Sijín de la Policía adscritos a la dependencia del municipio de Soledad, “a los cuales identifico con los nombres de Álvaro Gallo y Javier Borja”, y a los que de paso responsabilizó si algo le pasaba a él o a su hijo, quien está internado en un centro asistencial de Barranquilla luchando por su vida tras un ataque sicarial del que fue objeto el mediodía del pasado sábado 24 de junio en su residencia en el barrio Las Gaviotas, sector del Área Metropolitana de Barranquilla donde también se dio el intento de homicidio contra el trabajador del equipo barranquillero.
“La acusación empezó días después del atentado a bala contra Frías. Dichos uniformados de la Sijín ingresaron al Hospital Barranquilla, donde se encontraba internado mi hijo, y se dirigieron hasta la habitación donde estaba él junto a su señora esposa, expresándole Borja: ‘Romario, quiero que sepas que tengo en mis manos pruebas contundentes en videos que demuestran que fuiste tú quien le disparó al utilero del Junior”.
Como era de esperarse, relata el docente Álvaro Orozco, “mi hijo reaccionó de una manifestándole a Borja que no tenía nada que ver con ese caso, que él no era ningún banido ni sicario, que no lo van a enredar en eso”, por lo que el policía de apellido Gallo intervino precisando, según el denunciante: “Vamos a hablarle claro al ‘pelao’, como es. Nosotros estamos acá por el atentado tuyo, dejemos lo de Frías a un lado, indicándole: ‘Sabes quién te mandó a hacer el atentado a ti, alias ‘Gordo 40’, y sabes por qué, porque es amigo de Léider y actuó como venganza y represalia por lo que le hiciste”.
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El señor Álvaro respondió al interrogante relacionado a qué hacía su hijo el día en que atacaron a Frías y a Torres: “No sé qué hacía mi hijo el día del atentado. Solo sé que es un buen muchacho, él es comerciante y estaría trabajando. Mi hijo me dijo que nada tiene que ver con ese atentado”.
Agregó a su denuncia pública el longevo hombre, que las intimidaciones han llegado hasta tal punto, que tanto los agentes Álvaro Gallo y Javier Borja lo llamaron para solicitarle la cámara de video que está situada en la casa de su hijo y la que captó el momento del ataque sicarial, “asegurando ellos que serán los encargados de adelantar las indagaciones, sin siquiera mostrarme una orden oficial que me informe sobre ello”.
Otra cosa que también le preocupa es que, al aparecer, esos mismos miembros de la institución policial habrían estado manipulando la información tanto en el Hospital Barranquilla como en Adelita de Char, donde se halla actualmente recluido su hijo Romario por la operación a la que se ha sometido para drenarle sangre del pulmón.
“Resulta que vienen diciendo que es un extorsionista, con el fin de que la atención médica se demore. Y eso es lo que ha pasado desde que ha sido trasladado entre el Hospital Barranquilla y Adelita de Char, como para que se muera. Es más, en una reciente visita de Gallo y Borja a mi hijo, estos ingresaron tan violentamente a su habitación que tumbaron la máquina que le drena la sangre, regándose esta por todo el piso del cuarto”, anotó al respecto el señor Álvaro Orozco.
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Entre sus últimos actuares intimidantes, contó el padre de Romario, los dos uniformados le revelaron quiénes están también detrás de ese atentado que casi le cobra la vida: “Primero, lo acusaron de frente de pertenecer a ‘Los Costeños’, lo que es mentira, luego le mostraron la foto del supuesto sicario, al que identificaron con el alias de ‘Mono Cachete’, le dijeron que de milagro estaba vivo, porque ese no falla. Y lo conocen y todo, lo tienen identificado, qué tal, mostrándole seguidamente la foto de dos amigos de mi hijo, a quienes Gallo y Borja acusaron como los autores intelectuales”.
Preguntándose el señor Álvaro: “No sé por qué relacionan a los amigos de mi hijo, no sé qué intención tienen esos agentes de la Sijín de la Policía Nacional, pero algo se traen, porque ese es el actuar de ellos cuando buscan algo. Yo sin ser Policía, soy alguien preparado, educado y conocedor de las cosas”.
Concluyendo su advertencia de lo que vive su familia por cuenta de los miembros de la Sijín, el señor Álvaro anotó: “Yo me atreví a buscar cómo ha sido el recorrido de ellos dos en esa institución, porque ellos también son colombianos como yo, y fíjese, sé bastante del proceder anómalo al que apelan. Tras haber dicho esto, me atrevo a darles la dirección de donde vivo, aunque ya la deben saber, para que vengan a matarme. Mi hijo no es un santo, es antipático, petulante, pero eso sí le aseguro señor periodista (Ojito de la calle), no es un bandido”.
