Los descendientes del hombre de 60 años dijeron sentirse “traicionados” por ese país, siendo mayor su indignación el trato inhumano que le han dado tras su detención.
Por: Iván Peña Ropaín.
Sin importar que permitió que dos de sus tres hijos (el tercero es militar retirado) defiendan actualmente a Estados Unidos en diversas batallas que ha librado y que libra esa potencia mundial haciendo parte de sus fuerzas militares, el migrante mexicano de nombre Narciso Barranco fue víctima de una brutal detención por parte de agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en el condado de Orange, en el estado de California.
Narciso, quien tiene residencia legal en la tierra del Tío Sam, donde vive hace más de 35 años, se encontraba laborando como jardinero frente al reconocido restaurante IHOP, en la localidad de Santa Ana. Todo iba como de costumbre para él esa mañana, pero el ambiente se alebrestó al notar la presencia de varios uniformados, los que irónicamente no se dejaban ver de forma clara sus insignias y los que portaban máscaras, según denunció la familia de este latino.

El hombre de unos 60 años, presintiendo algo que luego ocurrió, ya que desde que se bajaron de los vehículos los funcionarios no le quitaban la mirada, intentó alejarse cruzando de forma rápida la calle como queriendo buscar apoyo en el restaurante, empero fue alcanzado de inmediato y derribado por al menos cuatro hombres, que le cayeron encima y lo estrujaron para poder esposarlo. Lo maltrataron en el procedimiento, lo que ha puesto a decir a sus hijos, que amparan a esa nación empuñando armas: “Nos sentimos traicionados”.
Personas que estaban en la zona y que actuaron como testigos filmaron con sus celulares el momento de la captura, percibiéndose en las imágenes captadas y que se difundieron ampliamente en redes sociales, cómo los oficiales lo inmovilizaron contra el asfalto, lo golpearon en repetidas ocasiones y, sin un ápice de piedad, le rociaron gas pimienta en el rostro. Lo peor es que este ciudadano mexicano no oponía resistencia.
Ante lo sucedido, Alejandro Barranco, uno de sus tres hijos que en el pasado puso en riesgo su vida para defender la patria que años atrás le abrió sus puertas, indicó que se siente indignado y traicionado, más todavía porque sus dos hermanos siguen activos protegiendo los colores de la bandera estadounidense.

Alejandro contó a varios medios, esperando primeramente que su padre sea liberado lo más pronto posible, que tiene un hombro dislocado y múltiples golpes en su cuerpo. Denunció además que pasó todo un día sin que le brindaran alguna atención médica, le dieran agua o algo de comida.
También se quejó porque consideró que no se requería la actuación de cuatro agentes para someterlo y que estos hayan usado violencia desmedida, cuando su papá no estaba colocando resistencia al arresto y sin permitirle si quiera algún tipo de explicación.