“El juez impuso una medida de protección, pero ¿qué me garantiza que él no se volverá a acercar a mí?”, expresó la denunciante.
Por decisión del juez doce penal municipal con función de control de garantías de Barranquilla la expareja de Luz Daniela quedó en libertad, en medio del miedo y la incertidumbre de la mujer por saber si contra el que ella señala como su agresor caerá o no el peso de la justicia.
Aunque durante la audiencia realizada el pasado jueves 23 de febrero el juez impuso una medida de protección para evitar que sucedan nuevas agresiones, Luz Daniela, estudiante de Comunicación Social, siente miedo de que su historia pueda terminar en un desenlace fatal.
Cabe destacar, que el fiscal 2 Seccional URI le imputó al hombre el cargo de violencia intrafamiliar agravada, pero este no se lo allanó. En entrevista con Impacto News, la denunciante contó sobre los hechos:
“Tuvimos dos años de noviazgo hasta el pasado viernes 17 de febrero cuando me agredió, no había sido la primera vez. Nosotros trabajábamos juntos y ese día salimos temprano, fuimos a tomarnos unas cervezas al apartamento en Alameda e íbamos con dos compañeros, estábamos compartiendo en una de las habitaciones”.
Siendo las 9:15 p. m. la joven salió hacia la cocina para prepararle algo de comer a su amiga y, de acuerdo con su versión de los hechos, el hombre se le acercó para que hablaran sobre un tema que a ella la tenía disgustada.
“Yo le dije a Juninho Azael que no, que ya lo había intentado a hablar y él no quiso. De repente me agredió, yo estaba sangrando, los vecinos se dieron cuenta y llamaron a la Policía. Cuando fui al baño y me vi en el espejo quedé en shock, empecé a gritarle e intenté agredirlo, pero en eso llegaron los uniformados, a mí me llevaron a una clínica y a él lo capturaron”, agregó.
Durante la audiencia de imputación de cargos la defensa del señalado alegó que los hechos consistieron en una agresión mutua. “Usaron testimonios y pruebas falsas, tengo ocho días de incapacidad, hemorragia en los ojos, yo me estaba defendiendo y él está bien, no está comprometido con nada”, aseveró la mujer
Esta no había sido la única ocasión en que el hombre, presuntamente, agredió física y psicológicamente a Luz Daniela. El 29 de agosto de 2021 a las afueras de una vivienda ya la había golpeado en repetidas ocasiones, incluso, cuando ella estaba embarazada.
Así lo relató la víctima: “Hice una denuncia y no pasó nada al respecto, me encontraba vulnerable, entré en un cuadro de depresión y ansiedad por el cual me están tratando, por eso accedí a seguir con él en esa relación, aunque nada justifica que haya tomado esa decisión. En ese entonces yo tenía casi cuatro meses de embarazo, después de eso nos fuimos a vivir juntos de nuevo y él me obligó a abortar en octubre, dijo que si no abortaba me metía las pastillas en el jugo, en la audiencia dijeron que eso fue mentira, cuando mi trastorno de ansiedad y depresión se generó por eso, me dejó 24 horas en la casa, sangrando”.
“¿Tiene que matarme para que lo metan preso?”
Temerosa porque en vez de apoyarla la ciudadanía se ponga en su contra, señalándola como culpable por haber continuado con una relación cargada de violencia, la joven estudiante no se atrevía a exponer su caso ante las redes sociales, pero se decidió a hacerlo para mostrar la realidad a la cual se enfrentan muchas mujeres en el país:
“El juez dictó la medida de protección durante un año contra los dos, es decir, ninguno se puede acercar al otro y nos mandó a ambos a terapia psicológica, lo que me parece increíble. Temo por mi vida, la vez pasada que lo denuncié él se parqueaba en la puerta de mi casa, sobrio o borracho a esperar, me llamaba, yo lo bloqueaba, era algo hostigarte. El día anterior de la audiencia me dijo que iba a salir, que eso se iba a acabar, que me iba a buscar, pienso que él no está bien de la cabeza, ¿a mí quién me asegura que no va a volver a atacarme? Incluso, la familia de él también ha tomado una actitud horrible”.
Sobre el manejo que le ha dado la Fiscalía al caso, Luz manifestó que le parece excelente, pero le resultó incomprensible la decisión del juez: “Quiero que se haga justicia o no sé si tienen que esperar que yo me muera o me mate para decir que van a meterlo en la cárcel, quiero que se haga justicia, que se tome una buena decisión”.
