El supuesto reclutador la citó en el centro de Barranquilla.
El sueño de obtener ingresos económicos se convirtió en una pesadilla para Yanelys Sanjuan Gutierrez, de 21 años, tras ser víctima de intoxicación por escopolamina (burundanga), cuando fue citada para un supuesto empleo, en la calle 45 con carrera 35.
Según la víctima, un vecino del barrio le indicó a su madre que estaban necesitando personal para laborar en los almacenes Arturo Calle. En la cita debía encontrarse con un hombre identificado como Gabriel Rodríguez, quien no se encontraba en el lugar, pero la llamó indicándole que se movilizara hacia la calle 42.
“Apenas me vio me tomó por el brazo y empezamos a caminar por el centro, pero no sé muy bien por dónde, lo único que recuerdo es que estábamos por los buses de pueblo, después me pasó un papelito, pero no recuerdo mucho, me quitó el celular, me dijo que tenía que meterle un pin de seguridad porque era un requerimiento de la empresa para donde iba a trabajar”, expresó la afectada.
A Yanelys la subieron a un bus con rumbo al municipio de Sabanagrande, cuando iban por la calle 30, el ayudante del conductor la despertó a la altura del centro comercial Parque Alegra, porque le habían indicado que ella debía bajarse en ese lugar.
“Cuando me bajé tenía mucho mareo y dolor de cabeza y me acordé del almacén Arturo Calle, le pregunté a las muchachas y me dijeron que eso era una estafa, que no era la primera vez que llegaban allá preguntando por el señor Gabriel o la señora Miranda, que diera gracias a Dios que no me pasó nada”, indicó la joven.
“Le preguntamos al vecino y nos dijo tres versiones diferentes, hasta que nos dijo que lo había conocido por un restaurante que tenía”, expresó la afectada.
Como pudo, Yanelys Sanjuan Gutiérrez llegó a su casa, le contó a su mamá lo que había sucedido, y posteriormente fue llevada al Paso del barrio La Alboraya, donde le practicaron varios exámenes que arrojaron escopolamina en el cuerpo de la joven.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
