“Que dé la cara, que reconozca lo que hizo”, es el mensaje de la progenitora hacia el conductor que huyó de la escena.
“Lo mató un carro en Baranoa”, titulaban algunos diarios mientras Juana Pantoja ´buscaba con desespero a su hijo Salvador Elías Pantoja Riales, de 29 años, sin saber que él había perdido la vida luego de que un vehículo lo arrollara el jueves a las 10:15 p. m. en kilómetro 105, de la vía que comunica a Galapa con Baranoa.
“Está desaparecido”, replicaban por su parte familiares y conocidos del hombre que conservaban la esperanza de volver a verlo con vida, pero no fue así, su deceso se registró en el Hospital de Galapa a donde fue trasladado, y no precisamente por el conductor que lo arrolló, dado que este se fue del lugar de los hechos.
“Él desapareció desde el miércoles porque estaba un poco alterado, y por lo que veo iba para el Hospital de Galapa y hoy me entero que mi hijo está muerto, que fue arrollado por un carro en el kilómetro 105 y el conductor no fue capaz de auxiliarlo sino que huyó. Yo le pido el favor que de la cara, que reconozca lo que hizo”, contó la madre de la víctima.
Salvador Pantoja era el quinto de ocho hermanos, vivía en el barrio Lipaya, hizo un curso en el SENA de soldador y también realizaba trabajos de plomería y albañilería.
“Era un muchacho muy querido aquí en el barrio, era una persona servicial, dejó dos niñas que no viven con la muchacha, quien vive en Cartagena”, indicó Juana recordando con dolor al que aún llama su “niño”.
“Vine para llevarlo al médico, pero no lo encontré”
Una promesa sin cumplir, una cita que no se concretó, Juana había quedado en llevar a Salvador al médico porque a él le dolía una muela: “Yo no me encontraba en la casa porque tenía una hija a la que le dio un infarto en Calamar y la trasladaron al Hospital de Sabanalarga, cuando vine hablé con él, y le dije que cuando regresara le iba a sacar una cita, porque él me dijo que le dolía la muela cordal“.
También, contó: “Yo le dije que le sacaba la cita y lo acompañaba porque él era muy miedoso; el miércoles de esta semana que vine para llevarlo al médico no lo encontré, hasta hoy que me entero que mi hijo estaba muerto”.
“Cuando él estaba estudiando le echaron escopolamina”
Salvador resultó afectado de los nervios tras un atraco que marcó su vida. “Hace tiempo cuando él estaba estudiando lo atracaron por el Puerta del Sol y le echaron escopolamina, de ahí le vino el problema a él de los nervios alterados, él estuvo internado en varias clínicas y en ese momento por lo que veo iba para la fundación de reposo que está Galapa donde tenía unos amigos”.
El joven le decía a su madre que cuando comenzara a trabajar le iba a comprar meriendas a sus amigos, dijo la mujer al hacer memoria del cariño que le tenía a dichas personas.
Informe: Alexander Ojito y Laura Rocco
