Los ‘animalitos’ corrieron con la suerte de ser rescatados gracias a que una persona escuchó sus exasperados maúllos.
Por: Iván Peña Ropaín.
Unos tratando a los autores materiales de inhumanos y maltratadores de animales, mientras otros señalándolos de ser practicantes de la brujería. Así andan hoy las opiniones de los moradores en Corozal, en el departamento de Sucre, por el aterrador caso descubierto en el cementerio.
En el Campo Santo de esa municipalidad sucreña fueron descubierto vivos, en el interior de una bóveda, dos gatos pequeños, los que fueron sepultados junto al ataúd de una persona que había fallecido días pasados.
La dantesca escena se descubrió cuando una persona, quien visitaba la tumba de un ser querido, escuchó los maullidos desesperados de los ‘gaticos’. Después de buscar sin fortuna por su entorno a los animales, se percató de dónde estaban cuando puso uno de sus oídos en la cúpula.
De inmediato, con la ayuda de miembros de la vigilancia del cementerio, abrieron un orificio en la placa de cemento en la que yacía el epitafio del difunto. Instantáneamente, salió primero de allí un felino de color blanco y gris, haciendo lo mismo uno de pelaje negro.
Hasta el momento, no se tienen indicios de quién habría sido, solo deduciéndose que fueron sepultados al mismo tiempo que el muerto, ya que la bóveda no tenía alteraciones posteriores a cumplirse dicho acto terrenal.