La víctima mortal del suceso, ocurrido la madrugada de este lunes, se habría estrellado en su moto al esquivar un hueco.
Por: Iván Peña Ropaín.
A poco de adentrarse a la considerada época más linda del año, la Navidad, esta no será como la de otras ocasiones alegres y embargadas por el ambiente decembrino para la familia Martínez Moreno, debido a la trágica noticia de la muerte de su ser querido Luis David Martínez Moreno, la cual se produjo cuando manejaba su motocicleta, la madrugada de este lunes, por el tramo de la Vía 40 con calle 68, norte-centro histórico de Barranquilla.
Hasta las instalaciones de Medicina Legal llegaron varios familiares del occiso para los respectivos trámites de la entrega del cuerpo, entre ellos su hermano Juan Felipe, visiblemente golpeado por el suceso que enluta hoy a su familia.
Este comentó al reportero del portal ‘Ojito de La Calle’ detalles de lo acontecido, aunque aún se posa un manto de dudas sobre el suceso porque no se sabe a ciencia cierta cuál fue la causa del altercado vial que acabó con la vida de Luis David, de 30 años de edad, quien además era un destacado jugador de rugby y entrenador de gimnasio.
La teoría más fuerte de las autoridades de tránsito de la ciudad es que, por la velocidad que llevaba a bordo de la moto y al intentar esquivar una considerable abertura que hay en el pavimento de esa importante avenida, habría perdido el control.
“Así es. No se tiene claridad aún. Lo que sabemos por el momento es que él venía manejando por La Vía 40, donde evidentemente hay una grieta. Fuimos al lugar con la Policía de Tránsito y donde realizaron el croquis, concluyéndose también que pudo provocar su accidente una semi-curva, llevando a que mi hermano terminara impactando con un poste sin alumbrado que estaba en la zona”, sostuvo el prójimo del fallecido.
En anexo, Juan Felipe Martínez Moreno señaló que Luis David fue auxiliado por unos agentes de policía, quienes llamaron a una ambulancia para posteriormente ser trasladado a una clínica del Centro de la ciudad, hasta donde llegó sin signos vitales sin nada qué hacer por parte de los galenos.
“El venía de una reunión que sostenía con unos amigos y a eso de la una a o dos de la madrugada tomó rumbo para su apartamento, que está en la salida hacia Cartagena, no recuerdo el nombre del barrio. De acuerdo nos dijeren varios de los amigos, él venía bien, se le veía bien”, agregó Juan Felipe con voz nostálgica y mirada de no creer lo que les está pasando.
Esas llamadas apodadas como “mala hora” y que nadie quisiera escuchar jamás, menos en horas de la madruga, la recibieron de parte del personal administrativo de la Clínica Centro, quienes dieron con los contactos al tener una historia clínica del perecido de cuando sufrió, años atrás, un accidente jugando rugby.
Y es que ese deporte, según contó su hermano, lo venía practicando desde hace unos diez años, de cuando era estudiante de la Universidad del Atlántico, alma mater donde terminó graduándose. En su recorrido en este deporte representó en varias oportunidades al departamento militando en la Selección Atlántico de Rugby.
Quien el pasado 7 de noviembre había cumplido sus 30 años, no dejó hijos y también se ganaba la vida como instructor de esa disciplina deportiva, de gimnasio y como preparador físico personalizado.
Informe ‘Ojito de la Calle’
