El guajiro es uno de los más apetecidos por las cámaras en territorio francés.
Por: Iván Peña Ropaín.
Liverpool y toda su corte, encabezada por el poderoso tridente conformado por Luis Díaz, Sadio Mané y Mohamed Salah, el viernes 27 de mayo aterrizó en París para poner en marcha su preparación y concentración en la tierra donde se cumplirá este sábado 28 de mayo, a partir de las 2:00 p. m., la gran final de la Champions League 2021-2022, entre el cuadro liverpuliano y Real Madrid.
El equipo dirigido por el alemán Jürgen Klopp desembarcó desde el Aeropuerto John Lennon, en Inglaterra, un día después de que lo hiciera el conjunto español, que se encuentra en la Ciudad Luz desde el día de ayer.
Lo planificado para este tipo de finales y lo que ya realizó el cuadro del italiano Carlo Ancelotti, lo hizo la tarde de hoy el club del guajiro Luis Díaz, el respectivo reconocimiento del campo de juego y algunos movimientos con pelota en el Stade de France, escenario donde se dará cita esta final que tiene expectante a muchos, especialmente al pueblo colombiano.
Klopp cuenta con todas sus fichas en óptimas condiciones para jugársela por la Orejona, excepto el belga Divock Origi, quien aqueja molestias físicas, pero viajó con el grupo para observar el compromiso desde las gradas.
A última hora los que recibieron el visto bueno del cuerpo técnico fueron el español Thiago Alcántara y el brasileño Fabinho; ambos habían revestido inconvenientes musculares ante la carga física de los últimos partidos del Liverpool, por lo que hasta ayer estaban en duda para ser incorporados a la lista de convocados.
En lo concerniente a la representación costeña que estará en esta finalísima entre dos colosos de Europa y quien unirá a toda una Costa Atlántica en una sola fuerza para que se alce con la Champions, este se halla a plenitud y, posiblemente, de acuerdo a lo que advierten medios en Inglaterra, será una de las fichas que pondrá el DT Klopp en su onceno titular.
Ya los principales protagonistas están en la capital de Francia para pelear por el máximo trofeo de clubes en el Viejo Continente, solo resta escuchar el pitazo inicial y ver rodar a la ‘pecosa’.
