“Horacio no tenía luz en su casa y se sentaba en un sardinel bajo la luz de un poste para poder estudiar toda la noche”, recuerda María Antonieta Perz Tancredi, amiga de Serpa, en los años 60’s, en Barranquilla.
Horacio Serpa Uribe será recordado por su famosa frase: “mamola”, expresada a mediados de los años 90’s en pleno debate en la Cámara de Representantes. La frase que pasó a la posteridad, la lanzó en defensa de su amigo, Ernesto Samper, cuando media Colombia pedía la renuncia del entonces presidente, a causa del proceso 8.000 y los ingresos de dineros del narcotráfico a la campaña presidencial.
El doctor Serpa nació en Bucaramanga, Santander, el 4 de enero de 1943. Estudió bachillerato en el Colegio de Santander. En 1960, Serpa se radicó en Barranquilla e ingresó a la Universidad del Atlántico donde se hizo profesional en Derecho y Ciencias Políticas.
Su hoja de vida fue impecable: presidente de la Asamblea Constituyente de 1991, candidato a la Presidencia de la República en 1998, 2002 y 2006 por el Partido Liberal Colombiano, Gobernador del departamento de Santander para el periodo 2008 – 2011 y fue elegido senador de la República en el período de 2014 – 2018.
“El baloncesto me abrió las puertas para estudiar”
Horacio Serpa terminó estudiando en Barranquilla ya que en Santander no había facultades de Derecho. Viajó a Bogotá y se presentó en la Universidad Nacional pero no pasó.
“Volví a la casa acomplejado. Como mi papá había tenido un negocio de imprenta y yo había aprendido tipografía, le dije que me consiguiera empleo en una imprenta. En eso estaba cuando me encontré con un amigo que me dijo que se iba a estudiar Derecho a la costa, en la Universidad del Atlántico. Me fui con él. Primero llegué como parte del equipo de básquet de la universidad. Yo jugaba muy bien, alcancé a ser de la selección juvenil de Santander. Pero luego el entrenador que me recibió en Barranquilla me ayudó a entrar a la facultad. El baloncesto me abrió las puertas para estudiar”, contó en vida el tres veces candidato a la presidencia de Colombia.
“Sólo le faltó ser presidente de la República”
María Antonieta Perz Tancredi, amiga de juventud del doctor Serpa, recuerda con mucha nostalgia el inmenso esfuerzo que aquel humilde estudiante santandereano hacía para estudiar y lograr ser profesional.
“Horacio era muy pobre, su padre no tenía recursos económicos para enviarle dinero para los estudios. Él vivía en un edificio frente al Centro Cívico, en el Centro de Barranquilla. Hicimos una bonita amistad; yo lo ayudaba, le dejaba el ‘foco’ prendido de mi terraza para que pudiera estudiar sus clases de Derecho, ya que él en su casa no tenía ‘luz’, recuerda, María.
“Él se quedaba en el sardinel estudiando bajo la luz de un poste. Yo le decía: “Horacio, te vas a quedar ciego”. Fue entonces cuando decidí ofrecerle mi terraza, le sacaba una silla y allí amanecía leyendo libros sobre leyes del Derecho. Siempre admiré su valentía para salir adelante. Él pasaba mucho trabajo; incluso, le dejábamos jugo, un termo con tinto y panes con jamón para que comiera en la noche mientras estudiaba”.
María Antonieta afirma que Horacio Serpa fue una persona brillante, “sólo le faltó ser presidente de la República”, afirma. Esa amistad juvenil nació gracias a que la novia de entonces de Serpa, Susana Reyes, también abogada, era amiga y vecina de María.
“Horacio, siempre lo decía, que toda la vida estuvo agradecido por la ayuda que le brindamos en su época de estudiante”.
Horacio y Rosita: un amor eterno
Horacio Serpa se graduó con todos los honores en Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad del Atlántico. Para sus campañas como candidato a la presidencia visitaba con frecuencia a Barranquilla, ciudad por lo que guardó un profundo aprecio; la misma que lo hizo profesional y la tierra que vio nacer al amor de su vida, Rosita Moncada. 48 años de matrimonio conformaron esta bella historia de amor.
Curiosamente, Horacio y Rosita se conocieron en tierras santandereanas, en 1970. “Yo conocí a Rosita por una foto. Del juzgado a mi casa tenía que pasar por un local de fotografías. Y la vi en el mostrador. Vi su foto, porque había sido elegida como capitana del Club Cardales. Me pareció muy bonita y averigüé. Supe que era hija de Carmen Moncada, una periodista importante. La conocí en un baile. Varios le estaban arrastrando el ala, pero como yo era el alcalde de Barrancabermeja, les gané a todos. Al poco tiempo nos casamos”.
Tres hijos quedaron como fruto del amor entre Horacio y Rosita: Sandra, Rosita y Horacio José, este último, senador de la República.
Se hizo su voluntad
El último gran caudillo del oficialismo Liberal, falleció a los 77 años de edad. Perdió la batalla más dura de su vida, un cáncer de páncreas que le hizo metástasis en el hígado, afectando su colon y otros órganos del cuerpo.
Serpa pidió a sus familiares que sus honras fúnebres fueran privadas.
Su cuerpo fue cremado este sábado en el Parque Cementerio Tierra Santa, ubicado en el municipio de Floridablanca, Santander.
Se hizo la voluntad del doctor Serpa, la ceremonia religiosa fue privada y solo contó con la presencia de su esposa, hijos, hermanos y familiares cercanos.