Y todo por los trapos robados al ‘Barón Rojo’, tema que aún no se calma, creciendo día a día la tensión en ciudades como Barranquilla y Cali.
Por: Iván Peña Ropaín.
El hurto de los cerca de 20 trapos y banderas que sufrió la ‘barra brava’ más popular que tiene el América de Cali y que es conocida como ‘Barón Rojo’, que se sitúa en la tribuna sur del estadio Pascual Guerrero de Cali en cada compromiso que tiene ese equipo como local, sigue tomando matices delicadas, las cuales podría desatar muertes por dicho hurto del que se señala a integrantes tanto del denominado ‘Frente Radical’ del Deportivo Cali como de ‘La Banda de Los Kuervos’ del Junior de Barranquilla.
Tras ocurrido el hurto, acaecido la noche del pasado sábado 10 de junio cuando hombres ingresaron violentamente a una casa ubicada en el barrio Las Acacias, en Cali, donde tenían guardados los distintivos del rojo de los caleños, las amenazas de venganza por parte de estos últimos contra miembros de las otras dos enunciadas facciones se han vuelto un “pan de cada día” a través de las redes sociales, principalmente.
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A raíz de las fintas de retaliaciones, los ‘objetivos’ de dicha ‘barra’ americana, tanto en Barraquilla como en Cali, andan alertas y han descubierto situaciones que están colocando en riesgo sus integridades físicas y las de sus familias, conociéndose al respecto la denuncia pública y ante las autoridades competentes que, el viernes 23 de junio, presentó ‘La Banda de Los Kuervos’ por circunstancias de peligro en contra de varios de sus integrantes, vinculando como los artífices de estas a miembros de la Policía Nacional, quienes serían seguidores del América de Cali y a quienes les exhiben sus rostros portando el uniforme de la institución policial en la demanda que dieron a conocer a la opinión pública.
En esa misma misiva, que consta de seis páginas, conminaron al Ministerio del Interior, a la Alcaldía de Barranquilla, a la Comisión de Seguridad, Comodidad y Convivencia en el fútbol, a la Procuraduría, Fiscalía, Defensoría del Pueblo y a la Policía Nacional para que estén atentos a este delicado tema y para que efectúen las indagaciones que ameriten. Igualmente, relatan cómo nació el tema del robo de trapos con esa agrupación “futbolera” que sigue al club Escarlata.
También hacen un llamado especial al ente policivo para que se dé apertura a investigaciones disciplinarias y penales en contra de los policías que invocan en el historial de hechos anómalos e ilegales descritos en la denuncia. Además, solicitan averiguaciones por las acciones como seguimientos y amenazas contra integrantes de citada ‘barra brava’ del Junior, amedrentamientos que han llegado hasta el punto, según relatan en los documentos, que sujetos en moto, con ‘pintas’ de ‘pagadiarios’, han llegado hasta viviendas de algunos de sus compañeros para amenazarlos o dejarles recados a sus familiares cuando estos no se encuentran en el lugar.
Sin dudas, todo lo que se ha desatado en torno al robo que sufrieron los seguidores del ‘Barón Rojo Sur’ y que ha cubierto noticia tras notica Impacto News, era más que claro que se convertiría en una ‘bomba de tiempo’ que estallará cuando se registren los primeros hechos que siembren muertes entre los seguidores de esos tres movimientos ‘barrísticos’, mientras las autoridades judiciales, gubernamentales y futboleras siguen guardando silencio, pese a que en Cali su Alcaldía ha ofrecido recompensas y emprendido investigaciones para dar con los responsables de haber ingresado a la casa en Las Acacias.
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Contexto del robo en Las Acacias
Recordado sábado 10 de junio, supuestos hinchas del ‘Frente Radical’ y ‘Los Kuervos’ se unieron para cristalizar la desvalija llevándose los cerca de 20 trapos y banderas pertenecientes al ‘Barón Rojo’.
Aprovecharon, de acuerdo a como coinciden las versiones de lo sucedido que se leen en redes sociales y a que días después se empezaran a exhibir en redes con los elementos sustraídos de la residencia situada en la comuna 11 de Cali, que los americanos se encontraban en un concierto que realizaba en la capital del Valle del Cauca la ‘barra’ del Deportivo Pereira apodada ‘Lobo Sur’.
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Consumaron lo planeado, de acuerdo reza también en las investigaciones de las autoridades competentes, al quedar la casa bajo custodia de una sola persona, quien huyó del lugar cuando llegaron los cerca de 12 sujetos que entraron de forma impetuosa y se llevaron las tulas con los trapos y banderas.
Sobre este plan, la Alcaldía de Cali, a través de su Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, terminó resolviendo, pero sin entregar pruebas contundentes al respecto, que todo se ideó desde una cárcel en Barranquilla y se pagó por ello la suma de 40 millones de pesos.
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Horas después de lo sucedido y hasta el sol de hoy, se siguen produciendo caravanas de motos con hinchas americanos en lo que es una especie de caería de seguidores del Cali y del Junior, así como han realizado ataques contra casas en esa ciudad, asegurando son escondidas allí algunas de las banderas y trapos que les quitaron. Hasta ahora, solo se ha reportado un herido con arma blanca, y este sería hincha del verde de los caleños a manos de los del rojo valluno.
Cali, alto riesgo para un juniorista
Todo esto desató en Cali no solo amenazas de muerte contra los que hacen parte de las parcialidades de ‘Los Kuervos’ y del ‘Frente Radical’ por parte de aquellos ‘barristas’ americanos que andan gozando de la libertad, sino que la cosa se complicó hasta tal punto que miembros del ‘Barón’ que están presos, ordenaron atacar a todo aquel que en esa ciudad vean portando una prenda del Azucarero y, principalmente, del Tiburón.
Tales avisos con contenido bélico tienen encendidas las alarmas no solo entre las autoridades gubernamentales y policiales de la capital del Valle del Cauca, sino entre aquellos barranquilleros y costeños junioristas que residen allí y los que, sin ser miembros de ninguna ‘barra brava’, alientan al Rojiblanco y a veces lucen los colores de su equipo en sectores no complicados de esa zona del país, donde no se divisan ‘barras’, pero los que ahora también se han convertidos en ‘zonas rojas’.
