Carlos Antonio Vélez denunció falta de garantías en seguridad con los árbitros de la final de ‘Superliga’.
Por: Iván Peña Ropaín.
Un tema de antaño el cual siempre “saca ampollas” cada que se toca y que tiene que ver con lo adusto que en ocasiones es la División Mayor del Fútbol Profesional Colombiano (Dimayor) con los árbitros de la Primera y Segunda División del balompié colombiano, volvió a dar de qué hablar este viernes 25 de febrero.
El periodista deportivo Carlos Antonio Vélez, a través de su cuenta en Twitter, denunció haciendo ver como un maltrato hacia el cuerpo arbitral y los miembros del VAR de la reciente final de la ‘Superliga’ entre Tolima y Cali, el hecho de que a estos les tocó viajar en flota sin ningún tipo de garantías en su seguridad.
El comunicador manizaleño criticó fuertemente que, con el mismo tono suscitado por otras voces años atrás, Dimayor maneja y se gasta fortunas y percibe millonadas por concepto de patrocinio y transmisión televisiva, y de cierto modo los árbitros siguen recibiendo la misma ignominia.
En su tuit anexó unas fotografías en las que se observa a varios de los referís y miembros del ‘cuerpo VAR’ viajando como personas comunes y corrientes en lo que sería un bus interdepartamental hacia sus ciudades orígenes, lo que es visto por algunos como algo normal.
Sin embargo, y se entiende en la crítica del veterano periodista, al central chocoano John Hinestroza; a sus asistentes Wílmar Navarro, de Santander, y John León, de Caldas; al cuarto árbitro, el cordobés Néver Manjarrez; y a los santandereanos encargados del VAR, Jorge Guzmán y Ricardo García, les tocó desplazarse en bus de la Terminal de Transporte de Ibagué, al parecer, hasta sus regiones de origen, a medianoche y sin ninguna seguridad, atendiendo a que el oficio que realizan produce un grado de riesgo para sus integridades físicas.
Cuestionamientos de este tipo también se han dado, y en grandes proporciones, para quienes imparten orden en los partidos de la Primera B. “Si así trataron a los que pitaron una final del fútbol profesional colombiano, imagínese qué se puede esperar con los que laboran en la Segunda División de Colombia”, expresó un árbitro en Colombia que no quiso que su nombre fuera revelado.
Hasta el momento, Dimayor no se ha pronunciado respecto a este hecho, que sin duda no es prenda de garantía para quienes ejercen un oficio el cual genera muchas polémicas y produce muchos odios en algunos que no ven el fútbol como debe ser.
Abandonados en pandemia
Y es que de la especie de descortesía que ha imperado por décadas para con los árbitros del país, hasta en medio de la pandemia de 2020 y parte de 2021, se hizo sentir por parte de Dimayor.
Para dichas fechas la entidad reguladora del fútbol profesional colombiano, la Federación Colombiana de Fútbol y la Comisión Arbitral, se olvidaron de un “pequeño detalle”: los referís, cuando lanzaron un S.O.S. al gobierno de Iván Duque solicitándole créditos que ayudaran a mitigar el déficit que dejaba la pandemia por el COVID-19 en el rentado futbolístico del país.
Ante ello, el exárbitro y ahora analista arbitral y comentarista, José Borda, se había quejado: “Se han olvidado de los árbitros. Hasta hoy no se conoce algún plan de ayuda que contemple la Federación, la Dimayor o la Comisión Arbitral para sus árbitros, no dicen nada al respecto y los jueces siguen en la incertidumbre de no tener cómo solventar esta situación, lo que significa que están solos y no se sabe hasta cuándo”.
Si bien es cierto que los árbitros en Colombia son prestadores de servicios, así que les pagan por partido dirigido, en medio de la crisis de salud pública por el ‘coronavirus’, poco o nada fue lo que recibieron de parte de los entes en regular el fútbol local.
“El 80 por ciento del gremio, en las categorías A y B, dependen exclusivamente de lo que les pagan por pitar los partidos. Un árbitro para mantenerse activo y seguir carrera debe entrenar todos los días dos veces, repasar las reglas, asistir a clases, viajar a otras ciudades ¿Qué empresa podría contratar un trabajador con tan poco tiempo libre?”, había informado Borda.
Como se recordará, la anterior crisis se originó porque, al decretarse la parálisis de todas las actividades a nivel nacional y mundial, incluyendo el desarrollo del fútbol, los clubes empezaron a vivir un drama a raíz de la falta de ingresos para pagarles a los futbolistas y a sus trabajadores administrativos.
