El joven se encontró con amigos en la calle 29B con carrera 26 de Barranquilla, hasta donde llegaron los homicidas en motocicletas.
Siguen conociéndose detalles del ataque sicarial que dejó un muerto y dos heridos en la madrugada de este miércoles 15 de noviembre en la calle 29B con carrera 26, límites entre los barrios San Roque y Montes, en Barranquilla, Atlántico.
En el lugar, justo a las afueras de la iglesia cristiana Sarepta, estaban el soldado Alexis David Acosta, de 22 años, Wilmer David Villamil, de 23 años (barbero) y José Varela Polo, de 22 (mototaxista), cuando llegaron sicarios a bordo de dos motocicletas y perpetraron el ataque a bala.
Wilmer y José, heridos
Las víctimas fueron llevadas al Hospital General de Barranquilla donde se confirmó el deceso de Alexis David, cuya abuela, Rosalba, contó entrevista con Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News:
“Él estaba acostado, lo llamaron, no sé quién, él bajó y dijo que se iba a comer un perro caliente, salió a comprarlo porque tenía hambre, vio a un amigo con unos muchachos que estaban allá y se sentó, da la casualidad que al que iban a matar se sentó ahí, llegaron cuatro en motos y al que le dieron fue a él”.
Pese a que Alexis intentó resguardarse, fue en vano, pues le terminaron asestando cuatro disparos: “Él alcanzó a correr, pero lo alcanzaron, me lo acabaron de matar. Él estaba prestando el servicio desde hace un año y pico, tenía dos días de estar aquí en la casa, le habían dado seis o siete días de permiso para que viniera a visitar a la familia, me había dicho que venía a divertirse, a pasar con la familia”, indicó la abuela de la víctima.
Sobre cómo era su nieto, la mujer agregó: “Él no era vicioso, no era ratero, era un muchacho trabajador que prestaba sus servicios, allá mismo en el batallón le habían ofrecido un trabajo bueno, que cuando cumpliera su tiempo allá mismo iba a quedar, pero las cosas no fueron posibles. Aquí vinieron los policías y me dijeron que investigara quién lo había matado, pero cómo me voy a poner en eso, qué voy a saber de eso. Yo lo crie desde que nació, estuve al pie con su mamá, él me decía mamá, como me dicen todos mis nietos, incluso, me había dicho que me iba a hacer una compra que me durara tres o cuatro meses, porque yo vivo solita aquí”.
Tanto para Rosalba como para otros familiares de Alexis, al joven “le quitaron la vida por estar en el lugar equivocado”, por lo que esperan que las autoridades esclarezcan los hechos y se haga justicia.
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Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
