Por primera vez, don Luis Saab, accede a hablar para un medio de comunicación sobre el caso de su hijo, Alex Saab. En exclusiva, conoceremos lo que no se ha contado del empresario barranquillero quien ha estado en el ojo del huracán, a raíz de su cercanía con el gobierno de Venezuela.
Por: Sergio García.
El nombre de Alex Nain Saab Morán, ocupa los titulares de los más importantes medios de comunicación, a nivel internacional. Es señalado de ser el principal testaferro del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; de haberse convertido en el guardián de los secretos del saqueo al país Bolivariano y de dirigir una red de corrupción que le ha permitido amasar una inmensa fortuna en euros y en dólares.
Actualmente, Alex Saab, se encuentra detenido en una cárcel de la Isla de Sal, en la República de Cabo Verde, luego de ser capturado el 12 de junio de 2020, cuando viajaba en un avión privado Bombardier Global 5000, de matrícula venezolana T7-JIS, e hizo escala para reabastecerse de combustible y proseguir su ruta hacia Irán.
No se sabe con certeza a cuánto asciende su fortuna y qué dinero es exactamente de Alex Saab; lo único cierto, es que está siendo solicitado en extradición por los Estados Unidos, mientras su defensa alega que el procedimiento de captura en el país insular africano fue ilegal, por contar con inmunidad, al portar pasaporte diplomático y ser un Enviado Especial del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela y estar en labores humanitarias.
Por lo general, toda historia tiene más de una versión. En aras de brindar equilibrio a la información, insistimos en el diálogo con don Luis Saab, quien nos dio el sí, para contarle al mundo, a través de Impacto News, su verdad, y la de su hijo, Alex Saab.
“Quien vive para servir, sirve para vivir”
Si hay algo que destaca a don Luis Saab, es su amor por Colombia. Reconoce que este país le abrió las puertas, le brindó una esposa, cuatro hijos e innumerables satisfacciones, gracias a sus labores humanitarias y a sus obras como coordinador de la Policía Cívica de Barranquilla, cargo que ejerció durante 28 años.
Sus ojos se nublan de nostalgia al mencionar su labor social en la Policía. Sentado en su escritorio, gira su mirada hacia la izquierda y aprecia a la distancia todos los trofeos e insignias acumulados en casi 3 décadas. En efecto, su oficina está decorada con fotografías, reconocimientos, medallas de honor y escudos de la Policía Cívica.
El pasado 10 de junio de 2020, a través de un frío comunicado, don Luis Saab fue notificado que quedaba separado de su labor en la Policía. La resolución No. 069 generada por la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional coincidió con el pedido de detención internacional de la Interpol hacia su hijo. Dos días más tarde, don Luis recibió otra desagradable noticia, la captura de Alex, en Cabo Verde.
“La forma como lo sacaron de la Policía Cívica no fue la mejor, eso fue una canallada, no es justo lo que le hicieron a don Luis”, expresa una de las tantas personas que con orgullo trabajó en su equipo e impulsó su gestión social.
Don Luis Saab, me mira a los ojos y dice: “me hubiesen pedido que me hiciera a un lado hasta que se aclarara la situación de mi hijo, y con gusto, habría dado un paso al costado”.
Para no sentirse descubierto en la tristeza, don Luis Saab inhala, saca pecho y dice estar muy agradecido con quienes lo apoyaron por 28 años a gestionar recursos para los más necesitados. “Mi lema de vida siempre ha sido: -Quien vive para servir, sirve para vivir-”
Como muestra de su amor a la institución, Don Luis Saab hace sonar un CD que contiene el himno que compuso e interpretó para la Policía Cívica de Barranquilla.
“El amor fraternal entre hermanos. Para recibir, primero hay que dar. Policía, hermanos del alma, colombianos de doble misión. Como cívico extiendo mi mano; por Colombia, mucho corazón”, expresa entre letras el himno de su autoría.
“Mi labor cívica no va a parar, voy a crear un grupo de apoyo que llamaré ‘Por Colombia’, lo conformaré con varios amigos para continuar ayudando a los mas necesitados y poder formalizar la hermandad colombo-árabe. Recuerdo que cada mes hacíamos el evento ‘Café por el futuro’, con los cuales recogimos fondos a beneficio de la Policía, recaudamos mas de 100 millones de pesos y el primero en colaborar siempre era, mi hijo, Alex”.
“Los colombianos deberían sentirse orgullosos de Alex Saab”
Justo en ese momento, empezamos a hablar de su hijo. “Alex creció con el ejemplo de su padre. Siempre le inculqué la frase bíblica: -Dad de comer al hambriento y dad de beber al sediento-. Alex no ha hecho más que ejercer labores humanitarias. El que es buen hijo, es buen ser humano. En Venezuela construyó cientos de miles de viviendas de interés social para los pobres, gracias al apoyo de Hugo Chávez. El mundo trató de bloquear a Venezuela y Alex solucionó el problema de los alimentos al importar toneladas de comida para los venezolanos. Para intentar acabar con Nicolás Maduro, bloquearon el acceso de las medicinas y Alex les llevó medicamentos, se quedaron sin combustible y mi hijo les consiguió gasolina”.
Don Luis afirma que los venezolanos quieren mucho a su hijo, que las razones de su persecución son políticas. “¿Usted sabe por qué quieren acabar con el gobierno de Maduro? Porque quieren apropiarse y dominar al país mas rico de América, quieren sus minas de oro, el petróleo, explotar a Venezuela, pero el Gobierno se rebeló con Chávez, quieren libertad y no depender de otros países, no vivir arrodillados”, afirma.
Muchos son los rumores del primer contacto de Alex Saab con Hugo Chávez. La exsenadora colombiana Piedad Córdoba negó haberlos presentado, afirmó que conoció al empresario barranquillero en una cena del partido Liberal para apoyar una candidatura de Horacio Serpa, pero hasta ahí. Que volvió a saber de los Saab en un encuentro del Cura Hoyos en el Rincón Latino. En efecto, en aquella ocasión, Piedad Córdoba saludó con mucha efusividad a don Luis y le dijo a sus acompañantes con clara emoción: él es el papá de Alex Saab”.
Prosigo la charla con don Luis Saab y le transmito uno de mis grandes interrogantes: ¿cómo un barranquillero, creador de empresas que generaron cientos de empleos, pero con aprietos financieros, con préstamos de dinero en cajas de cambio para pagar la nómina y con cierres forzosos por dificultades económicas, llegó a convertirse en la mano derecha de Chávez y de Maduro y lograr ganar tanto dinero?
Luis Saab: Los colombianos deberíamos sentirnos orgullosos de alguien que ayudó a los hermanos venezolanos y que gracias a su trabajo, ganó unos pesos y construyó una casa con lujos en Barranquilla. La envidia, es quizás, el mayor defecto de los colombianos. En vez de sentirnos orgullosos de un compatriota que hace labores humanitarias, aquí lo hemos destruido.
¿Usted piensa que los colombianos hemos sido injustos con Alex Saab?
LS: claro que sí, Alex tiene unas bendiciones para ayudar a la gente, pero a los colombianos les da envidia que otro gane mucho dinero. Alex es más colombiano que muchos de nosotros.
¿En algún momento le preocupó que Alex estuviese ganando tanto dinero?
LS: sí.
En un principio su respuesta es corta, suspira lentamente y me mira fijamente a los ojos, mientras sigue asintiendo con su cabeza en señal de preocupación.
“Sí, me preocupé, pero yo no sabía cuánto dinero estaba ganando mi hijo, sólo quería su tranquilidad. Cuando uno crece, empiezan a atacarlo, siempre le tiran piedras a los árboles con frutos. Sabía que la labor de Alex no iba a ser fácil, y quiero que sepa algo, ahora soy pro-Madurista”.
¿Si es tan buen líder Nicolás Maduro, por qué hay tanto desabastecimiento y problemas económicos en Venezuela?
LS: pienso que allí se cometió un error, en vez de enseñarles a pescar les regalaron los pescados. Los venezolanos se acostumbraron a recibir todo.
¿Ha hablado con Maduro?
LS: sí, hace poco el presidente Maduro me llamó para tranquilizarme, me dijo que con su cuerpo diplomático están ayudando a mi hijo. No nos han dejado solos, han demostrado lealtad.
¿Usted es más chavista o más madurista?
LS: soy más colombianista, pero quisiera ver mas unión entre Colombia y Venezuela, que juntos como países hermanos generaran empleo, inversión, combatieran el hambre. Colombia es un país muy rico y no han sabido explotar las tierras en beneficio para el pueblo, hay muchas tierras sin ser utilizadas, sin ponerlas a producir. En Colombia todos tenemos que despertar. En el país falta, no una revolución, sino una evolución del ser colombiano.
Don Luis, hace una pausa y me dispara a mansalva una pregunta: ¿Usted sabe cuántos ríos tiene Colombia? Reconozco no saber la cifra exacta y me dice: “1.200 ríos. ¿Usted sabe la riqueza que eso produce en la tierra?”.
A pesar de la fortaleza que lo ha caracterizado, don Luis se nota golpeado anímicamente, su caminar es más lento y sus problemas de columna vertebral han hecho mella en su cuerpo.
“Los problemas de Alex me han afectado mucho. Él está en una cárcel de Cabo Mier…, no lo dejan hablar por celular. Sin embargo, nos escribe cartas, está preocupado por su papá y por la salud de su mamá. No es justo lo que han hecho con él, iba a tanquear el avión y dijeron que tenían orden de captura en su contra y era mentira, la hicieron después. Le juro que sería capaz de ir allá y quedarme en la cárcel por él, para que le den libertad y pueda defenderse. Daría la vida por mi hijo”.
¿Ha perdido amigos por el caso de Alex?
LS: yo no tengo amigos, tengo conocidos.
Hacemos una pausa en la conversación, la temática no es nada fácil de tratar. A pesar de los golpes recibidos, la gentileza de don Luis sigue intacta. Hace servir café hecho en Colombia, de su propia marca: ‘Al Amir’, que en árabe significa El príncipe, y coincide con el nombre de su segundo hijo, Amir Saab Morán.
En su escritorio luce con orgullo la etiqueta con la fotografía de Amir vestido con atuendo árabe, montado sobre un caballo y sirviendo de modelo para el café molido con Cardamomo, producido por su padre.
“Estoy intentando exportarlo, aquí me fue muy mal con la distribución, me gasté un dineral, invertí en 7 stands para supermercados, en impulsadoras y no me fue bien. Metí los guayos en ese negocio”.
¿Cómo se gana la vida, actualmente?
LS: Siempre he sido comerciante. Ahora mismo, vendo ñame espino proveniente de El Carmen de Bolívar; mensualmente, vendo unas 10 toneladas de ñame a supermercados.
Los orígenes de la familia Saab
Don Luis empieza a recordar a sus ancestros y expresa que el trabajo siempre ha dignificado a la familia Saab.
“Mi padre, Nain Saab, llegó a los 14 años al estado de Michigan, Estados Unidos. Luego trabajó con la empresa Ford; se hizo muy amigo de Henry Ford gracias a que él oraba todos los días; incluso, se lo llevó a trabajar a su oficina personal para disfrutar de sus oraciones. Después lo nombró jefe de producción. Mi padre ayudó a muchos paisanos y los metió a trabajar en la Ford”.
Naim Saab se casó, por primera vez, con una mujer norteamericana; tuvieron un hijo llamado Olli Saab. A raíz de la muerte de su esposa, Naim regresó al Líbano y se casó con Rafihe Rada; tuvieron 7 hijos, entre ellos, Luis Saab.
La llegada a Colombia
“Mi padre tenía propiedades en el Líbano, se dedicaba a la agricultura, vendía tabaco, trabajaba muy duro en el campo. A mis 18 años, decidí viajar a Colombia en compañía de 7 paisanos más”.
¿Por qué eligió Colombia y a qué ciudad iba a llegar?
LS: mi madre tenía un tío que vivía en Cuba y le hablaba muy bien de Colombia. Mi padre se oponía a que viajara. Un día, me molesté y le dije que así como autorizó que 2 de mis hermanos vivieran en EE.UU, yo también tenía derecho a viajar. ¿Acaso usted tiene alguna duda sobre si soy hijo suyo? Enfurecido respondió: “lárgate mañana mismo”. Me dio 50 dólares más los tiquetes y emprendí mi viaje hacia América.
Don Luis relata que le dolió dejar a su abuela, Kadishi; “yo era su adoración”.
La travesía fue por barco y duró 28 días; “en esa época no había vuelos aéreos. Recuerdo que el primer negocio que hice en mi vida fue comprar un sobrecama por 5 dólares en Tenerife, España. Cuando el barco pasó por Caracas, Venezuela, lo vendí en 9 y me gané 4 dólares”.
“Apúntala usted”
“Llegamos al puerto de Cartagena y de allí un paisano nos trasladó a Barranquilla. Nos alojó en el segundo piso de un local detrás de la Iglesia San Roque. Sin saber hablar español, empezamos al día siguiente a vender cortes de telas a crédito; como los pagos eran por abonos, la primera frase que aprendí a decirle a mis clientes con libreta en mano fue: -apúntala usted-.
Don Luis afirma haber tenido mucha suerte en Barranquilla. A los 2 años de su llegada, fue elegido presidente del club Alhambra, cuya sede estaba ubicada en el barrio Prado, la cual gozaba de una admirable arquitectura orientalista; “luego le cambié el nombre por Club Social Árabe”, afirma.
“Después presidí La Casa Libanesa, con 156 miembros socios. Modestia aparte, cuando venía una misión del Medio Oriente, siempre decían: -busquen a Saab en Colombia-. De mis mayores satisfacciones fue haber recibido en 1963 una carta del hombre más importante de Egipto, el presidente Gamal Abdel Nasser Hussein, luego de haber enviado una donación tras haber sido bombardeados por Israel”.
“Por ese acto humanitario me acusaron, me señalaron de ser el jefe de la organización terrorista palestina ‘Septiembre Negro’. Mi lema siempre ha sido ayudar a los demás y eso ha hecho Alex, también. En la cárcel de Cabo Verde ha ayudado a algunos presos que no tienen abogados, los ha defendido; él no puede olvidar lo que le enseñó su padre: ayudar al más necesitado, sin importar raza, religión o ideal político”.
En su juventud, Don Luis Saab fue muy amigo de Adela Chaljub, más conocida como Adelita de Char, a raíz de su matrimonio con Fuad Char. “Fue una mujer muy humanitaria, era pariente de Omar Sharif, legendario actor egipcio cuyo nombre real era Michel Demitri Chalhoub. La conocí cuando trabajaba en el negocio de su padre, Joyería Moderna, en la calle 36 del centro de Barranquilla. Yo vendía cajas de dulces y me los compraba todos para ayudarme. Luego siguió apoyando todas mis obras sociales”.
Años mas tarde, Don Luis Saab se casó con Rosita Morán, de origen palestino pero nacida en Barranquilla. Tuvieron 4 hijos: Katia, Amir, Alex y Luisito, en su orden.
“Rosita está muy mal de salud, permanece en silla de ruedas. Ella no sabe del problema de Alex, para cuidarla la alejamos de las noticias y de los periódicos. Ella piensa que su hijo está viajando y trabajando; si llegara a enterarse que Alex está preso, moriría de la tristeza”.
Alex Saab, el estudiante
En el colegio Alemán, Alex Saab cursó sus estudios de primaria y secundaria. Sus compañeros lo recuerdan como un muchacho genial, alegre, divertido, sociable, muy agradable y desordenado en clases.
“Quizás era el estudiante más pudiente del curso, pero era muy sencillo, ellos nunca ostentaron de su dinero. Tenían una empresa en la calle 30 y vendían toallas, sábanas y textiles. Alex vivía en la esquina del parque Eugenio Macías, en la carrera 44 con calle 80, y su casa era de las pocas que tenía aire acondicionado por todos lados. Recuerdo que lo recogíamos en la ruta del transporte escolar y siempre nos hacía reír”, afirma uno de sus mejores amigos del colegio.
Como dato curioso, Alex reprobó el grado 10º y se graduó en 1989, un año más tarde que el resto de sus compañeros. Luego de graduarse, Alex se apartó y perdió contacto con todos sus amigos de infancia y adolescencia en la institución.
Sus compañeros recuerdan que por ser el Alemán un colegio laico, Alex nunca asistía a clases de Religión; “es que soy Testigo de Jehová”, decía.
Don Luis Saab ratifica la anécdota y dice: “nosotros somos cristianos, musulmanes y Testigos de Jehová. Alex y todos mis hijos, desde niños asistieron con su madre al Salón del Reino”.
“En el Colegio Alemán crecimos y nos educamos como hermanos. Nos duele cuando leemos noticias sobre Alex Saab y con prudencia recibimos cada información. En el chat de egresados, hablar de Alex es un tema muy sensible. Nuestro aprecio por él no cambiará, siempre será nuestro amigo”, añade.
Alex Saab, se casó por primera vez con la barranquillera, Cynthia Eugenia Certain Ospina, de cuya unión nacieron 2 hijos, Shadi Nain e Isham Alí.
Actualmente, se encuentra casado con Camilla Fabri, quien es su esposa desde hace 6 años. Camila, es una exuberante modelo de 26 años, nacida en Roma, Italia. En el año 2012, trabajaba como vendedora en una tienda de ropa en Milán. Actualmente, el paradero de Camila Fabri es desconocido y es requerida por las autoridades italianas por presunto lavado de activos.
Amigos de Alex Saab en Barranquilla cuentan que el empresario se fue de la ciudad con muchos problemas económicos, pero que luego volvió y pagó todas las deudas que había dejado.
“En su momento, Alex pidió ser admitido en un importante club social de Barranquilla pero le fue negada su solicitud. Por esa razón, decidió construir una mansión, tipo club house; compró 2 casas y las unió en un área de 3.740 metros cuadrados, en la carrera 59 con calle 84, al norte de Barranquilla”, afirma alguien cercano al empresario que prefirió omitir su identidad.
La lujosa propiedad avaluada en 28 mil millones de pesos fue incautada por la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio y se le impuso medidas cautelares de embargo, secuestro y suspensión del poder dispositivo.
“Musulmán que no cree en Cristo no es musulmán”
Don Luis Saab afirma sentirse orgulloso de ser hijo de musulmanes chiitas; cuenta que diariamente ora por Alex. “Yo le pido a Dios, justicia, paz, tranquilidad, que Dios lo proteja, lo tenemos encomendado a Dios”.
Luis Saab nació en el sur del Líbano, “donde ya no puedo bajar porque ahora es Israel”, afirma.
“La ultima vez que fui, oré y le dije: Señor Jesús, a pesar de que tú y yo recorrimos esta tierra en burrito, quiero confesarte que no te conocí en Galilea, te conocí en Colombia. Por favor, ayuda a Colombia, es el país que me ha dado vida por tantos años, bendice a Colombia”.
¿Qué mensaje le envía a su hijo Alex Saab en este momento de dificultad?
Luis Saab: Mantenerse tranquilo y firme, porque cuando uno no ha hecho sino el bien y no ha hecho daño, aunque se le venga el mundo encima, debe mantenerse firme. Dios está con uno y nos enseñó el amor al prójimo. Alex, Dios te quiere y te ayuda, porque tú has hecho el bien, papi. Dios es bendito y es grande. Algún día, por mucho que demore, la noticia llegará. Bendito sea tu nombre, Señor.
Agradecimiento: Jorge Sepúlveda/La Agencia Mundial de Prensa Colombia.