El padre de la joven de 27 años contó que ella era una buena estudiante y soñaba con comprarle una casa a su madre.
Es grande el desconsuelo en la familia de Brilly del Carmen Martínez Obando, joven de 27 años de edad que murió el pasado martes 21 de noviembre tras caer desde uno de los últimos pisos del bloque H de la sede norte de la Universidad del Atlántico.
Todo apunta a que la estudiante del programa de Nutrición y Dietética, quien ya se había graduado en la misma universidad como bióloga química, decidió ponerle fin a su vida, siendo alrededor de las 5:30 p. m., poco después de haber presentado un examen, pero aún se desconocen los motivos que la llevaron a tomar la fatal decisión.
Una tía de la joven, contó en entrevista con Alexander Ojito, reportero urbano de Impacto News, sobre los hechos lamentables y las señales que había dado Brilly del Carmen de que algo no andaba bien:
“Una prima mía me llamó y no quería creerlo, Brilly era muy buena estudiante, una niña de casa, no salía, estaba dedicada a sus estudios en la universidad (…), ya ella estaba terminando. Lo último que me dijo mi hermana es que la había notado ayer rara, entonces el hermano de ella, que es mello, se le acostó en la cama y le preguntó qué tenía y no le dijo nada, la mamá la notó rara porque se metió en el callejón y hablaba, se metió para el baño y también hablaba, no sé con quién hablaba, pero ella hablaba con alguien”.
Sobre los últimos momentos que su familia compartió con la joven, su tía contó: “Otra cosa es que ella le dijo a la mamá que le diera un abrazo, se estaba despidiendo de su mamá, ella dejó una carta que todavía la tienen aquí en la Fiscalía, pero no sé qué escribió ahí”.
El progenitor de Martínez Obando también contó a Alexander Ojito que su hija era muy callada y tiempos atrás ya había intentado quitarse la vida. El hombre, quien sí alcanzó a conocer el contenido de la carta, aseguró que en la misma ella les pedía perdón por lo que iba a hacer.
“Alrededor de las 6:00 de la tarde me informaron, yo estaba cenando, con ella ese día no hablé porque había salido temprano al trabajo, cuando llegué fue que me enteré de la noticia. Hace como tres meses y en el 2019 también intentó acabar con su vida. Ella sufría de depresión y estaba siendo tratada, pero dejó de ir”.
También agregó: “Ella le decía a la mamá que le iba a comprar su casa. La última vez que hablé con ella fue el domingo, me abrazó y me dijo que para dónde iba, yo le dije que para donde su abuela, estaba en sexto semestre. Ella dejó una carta perdiéndonos perdón a la mamá y a mí por lo que hizo”.
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Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
