Diego García era comerciante y residía en un conjunto de Villa Campestre.
Como una gran persona recuerdan allegados a Diego Andrés García, una de las dos víctimas mortales del accidente de avioneta registrado en la mañana del pasado miércoles 26 de junio en el corregimiento de Santa Verónica, en jurisdicción del municipio de Juan de Acosta, Atlántico.
El siniestro ocurrió en la finca Santa Rosa, en el sector El Jobo, alrededor de las 8:30 a. m. “La avioneta perdió altura, chocó con unos árboles de sanaguare y se precipitó”, indicó el propietario de la finca.
De García se conoce que vivía en un exclusivo conjunto residencial de Villa Campestre y deja tres niños lamentando su partida; en uno de los videos que circulan en redes sociales sobre la tragedia se le escucha pedir auxilio, sin embargo, los ciudadanos que llegaron al lugar tuvieron miedo de socorrerlo, pensando que podría ocurrir una explosión.
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“Era un próspero comerciante y por su parecido con Nicky Jam así le decíamos, iba como copiloto, uno de sus sueños era sobrevolar en una avioneta, lo hizo y perdió la vida. Antes vivía en Bogotá, allá tuvo taxis, era calidoso, buena gente, su hobby era coleccionar motocicletas y tenía varias Harley Davidson y carros antiguos”, contó un allegado.
Otra de las personas que perdió la vida producto del accidente aéreo fue Óscar Hernán Marín Martínez, de 52 años de edad, quien era el piloto de la aeronave adscrita a la empresa Aeroclub Los Campanos. Allegados indicaron que el hombre “era abogado, profesor, director y fundador de la Fundación Liborio Mejía”.
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