“Le han hecho cirugías, ha estado en varios centros asistenciales y nos hemos gastado, aproximadamente, $1 millón”: dijo la tía del afectado, quien tiene 18 años.
Con 18 años recién cumplidos Germán de la Cruz padece las secuelas de un altercado en el que causaron graves heridas en su rostro con pico de botella, hechos registrados el pasado 10 de mayo en el barrio La Sierrita de Barranquilla.
Él y su tía se dirigieron este miércoles 17 de mayo a las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal en la capital del Atlántico, desde donde el joven relató la agresión de la que fue víctima por parte de dos personas:
“Estábamos en la esquina comiéndonos un mango y llegó el hermanito del pelao tirándonos peñón, el amigo mío se lo regresó, llegó el hermano con un tubo de hierro, le pegó con un peñón al amigo mío y empezaron a pelear, a darse trompá”.
Germán intentó calmar los ánimos, pero su pesadilla estaba por comenzar. “Ellos cogieron para adentro de la casa, yo entré con ellos y cuando salí me cogieron a mí, lo único que cogí fue dos peñones para defenderme, me dieron con un pico de botella; me senté y un pelao me llevó a la Clínica San Ignacio. Uno de ellos siempre se metía conmigo, pero yo no le paraba bolas, ellos viven por ahí mismo en el barrio, es la primera vez que me pasa esto, a mí no me gustan las peleas. Quiero arreglar esto por las buenas, que me paguen mi daño y que quede todo así”

La víctima trabaja albañilería y pintura con vecinos del barrio, al parecer, hasta su vivienda fueron los agresores a intimidarlo, así lo contó una tía del afectado: “El papa fue hasta la casa donde vive él a amenazar, que si queríamos muerto, nosotros no somos personas de pelea, estamos dejando todo en manos de Dios y de las autoridades porque no queremos más peleas“.
La mujer agregó sobre los hechos: “A mi sobrino le cortaron la cara por calmar una pelea. Los agresores, dos hermanos que viven en la misma calle, fueron capturados el mismo día, pero los volvieron a soltar porque estaban esperando el informe de Medicina Legal, a mi sobrino le hicieron una cirugía el jueves y el viernes otra en el Hospital de Barranquilla, después lo pasaron a otros centros asistenciales. Nos hemos gastado, aproximadamente, $1 millón porque la EPS ha cubierto cosas, pero hemos tenido otros gastos con él”.

Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle