Familiares del joven, quien, lamentablemente, tomó una decisión fatal, pidieron respeto por su dolor. “Aunque teníamos rato sin vernos, siempre preguntaba y estaba pendiente, descansa en paz”, expresó una tía.
La pronta partida de Julián David Cantillo Pineda, joven de 18 años de edad que murió tras caer de uno de los bloques de la Universidad del Atlántico, sede norte, el pasado 22 de agosto, ha causado gran dolor en sus familiares, amigos, compañeros de estudio y la comunidad en general.
¿Qué sucedió? ¿Por qué? Es lo que se preguntan muchos, quienes no conciben que una vida con tanto por delante se haya apagado de esa manera, producto de una decisión fatal que, quizás, se pudo evitar.
En medio del desconsuelo, los padres, hermanos, abuelos, tíos, demás familiares y conocidos de Julián, quien estudiaba Licenciatura en Lenguas Extranjeras, le dieron el último adiós el 24 de agosto en Jardines de la Eternidad, sede sur, mientras pedían al cielo descanso para su alma y fortaleza para quienes extrañarán su presencia.
Más allá de que las personas se centren en señalamientos sobre la decisión que tomó “Juli”, es momento de respetar la tristeza de sus dolientes y pensar en quienes tenemos a nuestro alrededor, acompañarlos en sus luchas y en su dolor, así como lo solicitó una tía del joven, a través de un sentido mensaje que compartió en sus redes sociales:
“Es difícil escribir y describir lo que se siente en un momento como este. Juli, no te gustaban las fotos, pero tengo grandes recuerdos de cuando eras solo un pequeñín y las que te dejabas tomar conmigo cuando compartía mi día a día después de que llegabas del colegio. De las veces que intenté enseñarte canciones en inglés y que jugábamos en la casa. Aunque teníamos rato sin vernos, siempre preguntaba y estaba pendiente. Solo lamento no haber pasado más tiempo contigo últimamente, por el mismo afán de la vida”, recordó con nostalgia la mujer.
“Solo tú sabías lo que sentías y, aunque me duele no haber podido hacer algo, yo solo puedo compartir ese dolor y entenderte en lo que muchos sentimos y pasamos. Hoy te despedimos, mi Juli. Descansa en esa paz que tanto anhelabas. Nadie sabe la cruz que otro carga y, aunque muchos no comprendan una decisión como esta, yo sí y sé lo que por tu mente pasaba”, expresó.
“Lo único que como familia se pide es que dejen de difundir las imágenes y, en especial, el mensaje que dejó, incluyendo el número de su papá. Es un momento muy doloroso en el que se requiere prudencia, pues no se sabe tampoco lo que eso pueda provocar en otras personas que estén pasando por una situación similar. Para quienes, quizás, estén en una situación similar de agobio, a veces hablar no va a frenar las ideas, pero puede ayudar a aliviar”, finalizó la familiar.
- Línea de atención en salud mental Gobernación del Atlántico: 3176218394.
- Línea de la Vida de la Alcaldía Distrital de Barranquilla: 3399999.
- Línea de la Universidad del Atlántico: 3013753623.
Informe: Laura Rocco
