La derrota 1-0 ante River Plate desató la ira de los hinchas de Boca Juniors y una tensa confrontación ante el arquero Chiquito Romero.
Por: Juliana Benavides.
La derrota de Boca Juniors ante River Plate en el Superclásico argentino fue más que un resultado deportivo; fue un detonante de tensión y violencia en La Bombonera. Los hinchas del local, frustrados por la derrota 1-0, explotaron en ira y dirigieron su frustración hacia los jugadores.
El portero Sergio “Chiquito” Romero, capitán del equipo, no pudo contener su enfado después de escuchar insultos y se dirigió a la tribuna para enfrentarse a los aficionados. Sus compañeros intentaron detenerlo, pero Romero estaba desencajado. La situación se volvió aún más grave cuando los hinchas de Boca comenzaron a pelear entre sí, divididos entre los que reclamaban a los jugadores y los que los defendían.
El episodio recordó al escándalo en la Copa América entre jugadores de Uruguay e hinchas de Colombia. La seguridad intervino rápidamente para evitar que la situación se saliera de control.
La derrota de Boca Juniors fue marcada por polémica, especialmente después de un gol anulado en el último minuto por mano, tras revisión del VAR. Los jugadores bosteros se mostraron molestos con el árbitro, y la tensión se acumuló hasta estallar al final del partido.