“El acto sicarial habría tenido como objetivo a Mairon Bustamante, persona cercana a Digno Palomino”.
Eran las 7:00 de la noche del martes 1 de octubre de 2024. Decenas de residentes de una unidad residencial ubicada en la carrera 64 98-90, barrio Altos de Riomar, al norte de Barranquilla, ingresaban a las casas y apartamentos del conjunto. Al mismo tiempo, varios niños se paseaban por las áreas comunes inocentes del momento de terror que muchas familias vivirían a causa del sonido de las balas asesinas.
A las 7:05 p. m., ingresó una camioneta marca Renault Duster de color gris, al parecer, con tres ocupantes a bordo, entre ellos, dos sujetos que con arma de fuego perpetrarían un atentado sicarial. En ese mismo instante, tres hombres habitantes del conjunto residencial, estaban sentados conversando plácidamente en una banca, en las afueras de una vivienda de tres pisos. “Ellos tenían viviendo allí más de tres años y siempre se les veía armados”, aseguró un vecino de la casa de esquina donde se produjo el ataque armado.
La Duster pasó despacio delante de los tres hombres sin que estos intuyeran el peligro por lo que siguieron concentrados en las pantallas de sus celulares. Al devolverse el vehículo, dos sujetos desembarcaron y dispararon en repetidas ocasiones contra sus víctimas. “Se escucharon como 20 disparos, eso fue horrible, al principio pensamos que eran fuegos artificiales, pero nos asomamos a los balcones y no había luces en el cielo por ningún lado. Los gritos de las personas nos alarmaron y la gente corría para resguardarse de las balas. Fueron como 5 minutos de disparos que parecían una eternidad”, indicó una residente del conjunto.
El primero en ser impactado fue Jorge Leonardo Gutiérrez Blanco, quien quedó tendido sin vida en la calle principal de acceso a los inmuebles. La segunda víctima, Mairon José Bustamante Pérez, quien sería el blanco de la incursión armada, recibió dos disparos en su humanidad. Mairon, herido, corrió hacia una de las torres cercana, mientras disparaba para evitar que uno de los sicarios que lo perseguía acabara con su vida. “En el primer piso de la torre quedaron 4 casquillos percutidos y hay varios impactos de bala en las paredes. Quedó mucha sangre en las escaleras, hasta el cuarto piso”, expresó un adulto mayor que quedó en el fuego cruzado y debió tirarse en el piso.
Seguidamente, los dos sicarios subieron a la camioneta y el conductor de la misma salió raudo de la unidad residencial. “Los asesinos iban disparando a la salida, hay impactos en varios balcones”, indicó una residente.
Mairon Bustamante, quien según las autoridades tendría cercanía a Digno Palomino, al cerciorarse de la huida de los sicarios, se subió herido a un vehículo y lo condujo hacia una clínica donde recibe atención médica. Luego se vivieron escenas de llanto y dolor, familiares de Jorgito lloraban de forma desconsolada su muerte, mientras miembros de la policía que atendían el caso retiraban un revolver de la pretina del hoy occiso.
El tercer hombre que estaba sentado en la banca logró resguardarse en un inmueble contiguo. Cuando fue abordado por los uniformados entregó su arma de fuego y entregó detalles del atentado. A los pocos minutos del hecho de sangre, la Policía confirmó la captura de un hombre sospechoso de haber participado en la acción sicarial, quien se movilizaba en una camioneta Duster que habría sido la misma con la que se ejecutó el crimen. Al sujeto le hallaron un arma de fuego en su poder.
La Policía Metropolitana de Barranquilla informó que el fallecido y el herido registran 4 y 5 anotaciones judiciales, respectivamente, todas por el delito de extorsión.