Una enfermedad conocida como ELA llevó a la mujer a tomar esta decisión que antes ya había contemplado.
Yolanda Chaparro solicitó en el 2019 que se le practicara la eutanasia, por negarse a vivir con su cuerpo paralizado como consecuencia de la esclerosis lateral amiotrófica, ELA, sin embargo, solo hasta este 25 de junio pudo decirle adiós a su sufrimiento.
En Colombia para que se pueda practicar la eutanasia el paciente debe haber llegado a un estado elevado de dependencia y deterioro en su cuerpo y órganos vitales.
En el país la eutanasia está contemplada desde 1997 por sentencia de la Corte Constitucional, pero solo hasta el 2015 el Gobierno emitió un protocolo para reglamentarla con la Resolución 1216, aunque siga teniendo vacíos que dificultan su acceso.

Desde que fue despenalizado el procedimiento en el país Yolanda le dejó en claro a su familia que ella quería preservar siempre su dignidad. En el 2018 le dio cáncer de seno y aunque era tratable ella reafirmó su postura.
Posteriormente, en el 2019 cuando la diagnosticaron con esclerosis lateral amiotrófica, la mujer dijo que definitivamente no quería llegar a los extremos a los cuales lleva la enfermedad, tales como el deterioro de los músculos y afectaciones en los movimientos, el habla y la respiración.
Yolanda se despidió para siempre de sus familiares en la tarde del pasado viernes en una clínica de Bogotá, y aunque minutos previos a su muerte sus parientes la acompañaban, antes de morir pidió que la dejaran sola.
La tutela por la que Yolanda seguiría luchando aún después de su partida
Esta mujer de 71 años prefería dejar de existir antes que verse dependiendo de máquinas y de otras personas para seguir con vida, lo que debido a las diferentes trabas en el proceso para su muerte digna tuvo que experimentar. Con ella, cerca de 124 personas han recibido la eutanasia en Colombia.
Aunque su familia siempre esperó que cambiara esta decisión, solo les quedó aceptar la voluntad de ella y apoyarla en esa lucha que aún después de su muerte servirá de apoyo para todos los que padezcan una situación similar y deseen morir dignamente.
La educadora y activista presentó una tutela que perdió en primera y segunda instancia, pero cuyo caso podría ser revisado por la Corte Constitucional, con esto se buscaría que cualquier paciente terminal que deseara acabar con su sufrimiento lo pudiera hacer dignamente cuando así lo quisiera sin esperar su máximo deterioro.

Lucas Correa, su abogado, ha explicado que lo pretendido es la reforma de lo estipulado por el Ministerio de Salud para el acceso a la eutanasia, con el fin de que nadie más deba esperar que su enfermedad lo devaste para poder solicitarla.
Informe: Laura Rocco




