María Eugenia Morales Manotas, intenta superar el dolor causado por la tragedia de perder a su hijo, Jesús David Eguis Manotas, al caer a un arroyo el pasado sábado en El Barrio 7 de Agosto, en Barranquilla.
‘Keko’, de 16 años de edad, generaba ingresos para su humilde hogar trabajando con una carretilla que alquilaba a diario. Además, hacía mandados en el barrio.

“Mami, no me gusta el estudio, yo quiero es trabajar”, solía decir con frecuencia. Por esa razón, ‘Keko’ no estaba estudiando y dedicaba las horas del día al llamado ‘rebusque’ y a jugar en el billar con sus amigos.
Con dolor, María Eugenia exhibe ante nuestra cámara, la ‘pinta’ de ropa que el menor había adquirido a crédito para estrenarla el próximo 21 de noviembre, día de su cumpleaños.

La mala hora llegó con la fuerte lluvia y el temido arroyo que pasa por el barrio 7 de Agosto. Testigos afirman que el menor empezó a caminar por las barandas de la canalización, perdió el equilibrio y cayó al agua. Esneider, un amigo, se lanzó al arroyo para salvarlo pero la corriente era tan fuerte que le tocó soltarlo. “Ayúdame, sálvame”, gritaba desesperado ‘Keko’.

El martes en la mañana, el Grupo de búsqueda y rescate de la Defensa Civil, encontró el cuerpo sin vida de Jesús Manotas. El hallazgo del menor se produjo en el sector de las hidropiscinas, en el municipio de Puerto Colombia, Atlántico.

Familiares y amigos de ‘Keko’ estuvieron reunidos en la puerta de su vivienda para consolar a María Eugenia por la pérdida irreparable de su hijo menor.
Informe: El Ojo de la Calle.