Las estrellas por Liga enarboladas por el Tiburón en Medellín han sido: 2004 ante Atlético Nacional y 2018 y 2023 frente al Dim.
Por: Iván Peña Ropaín.
Junior de Barranquilla, en la que será una inolvidable noche del 13 de diciembre de 2023, gritó campeón en la Liga de Fútbol Profesional Colombiano por décima vez en su historia, derrotando al Independiente Medellín en la tanda de los penales, y lo que no es lo mismo y saborean mucho más los junioristas, en un estadio Atanasio Girardot de la capital antioqueña que empezó bulloso pero luego quedó mudo.
La resiliencia mostrada por los muchachos dirigidos por Arturo Reyes en este duro compromiso ante el rojo de los antioqueños fue esa misma que expusieron en el último tramo del “todos contra todos”, cuando muchos pensaban que no entraría a los ocho, y luego cuando, en los cuadrangulares semifinales, el “barro se le apretó” porque ya daban a Deportes Tolima como el finalista por el Grupo A.
Ese gol de Vladimir Hernández al 90′, viéndose ya los siete minutos de reposición en el tablero electrónico presentado por el cuarto árbitro, fue el sinónimo de ese resurgir que ha tenido en los intrincados momentos la plantilla Rojiblanca durante todo este segundo semestre de la temporada 2023.
Se anotó ese 2-1, que dejaba el socre global 4-4, y se entró a celebrar, pero ahí mismo “a comerse las uñas”, “a rezarle a todos los santos”, “a mirar para otro lado” o “a engrosar la angustia, nervio y sufrimiento” porque la definición del título de la Liga Betplay-II se trasladó a los penales.
Pese a la escandalera de los paisas del rojo en un Atanasio Girardot a reventar, ninguno de los cinco cobradores del Rojiblanco se amilanó ni asustó: Ni Carlos Bacca ni Edwin Herrera ni Steven ‘Tití’ Rodríguez ni Gabriel Fuentes ni Léider Berrío. ¿Y por qué alebrestarse?, si durante gran parte de este campeonato, y desde torneos atrás, era mucho el bullicio que le tiraba con todo al grupo de jugadores, continuando todavía algunos de ellos en el equipo y otros que ya se fueron.
Pero al final primó la capacidad de superación espiritual y recuperación tanto anímica como futbolística, a lo que se le aúna la fraternidad que forjaron cuerpo técnico y jugadores, más cuando las cosas no se daban como se quería.
Y tras el último cobro del monteriano Berrío, el fútbol recompensó a la institución futbolera de los barranquilleros y costeños que son junioristas con la estrella número 10, la que empezó a darle más brillo en esta Navidad no solo a la ciudad de Barranquilla, sino a toda una región Caribe, en la que si bien no todos son hinchas de Junior, este club ‘currambero’ sí puso a celebrar a muchos adeptos que habitan en cada uno de los rincones de los ocho departamentos de la costa norte colombiana.
