Ahora, el Tiburón deberá concentrarse en la defensa del título en la Liga Betplay-I.
Por: Iván Peña Ropaín.
A Junior de Barranquilla se le escapó, la noche del miércoles 24 de enero, la posibilidad de enarbolar su tercera Superliga, tras caer 2-0 con Millonarios en el estadio El Campín de Bogotá, quedando el global 2-1.
Con línea de tres en la zona de contención, diferente al compromiso por la final de ida en el Metropolitano, salió el DT Arturo Reyes, apareciendo en ese módulo táctico los futbolistas Didier Moreno, Víctor Cantillo y Homer Martínez, lo que dibujaba la idea defensiva con la que jugaría y al final terminó jugando este compromiso.
Tras el pitazo inicial del antioqueño Wílmar Roldán, el cotejo arrancó como se previó: la intencionalidad ofensiva del dueño de casa.
Hay que anotar que, respecto al planteamiento del cuadro costeño, en este apareció otra novedad y que nadie vaticinó, el atacante Marco Pérez por Carlos Bacca, mientras que en el arco y la defensa no varió en comparación al duelo del jueves pasado en Barranquilla.
Referente a las acciones, el manejo de pelota lo tenía el azul cachaco, notándose una alta y fuerte presión hacia el cuadro de los barranquilleros y costeños junioristas, principalmente, cuando intentaba poseer la esférica, siendo esa la propuesta inicial de los primeros diez minutos.
Minutos posteriores, el Tiburón trató de salir más de terreno propio, generando dos ofensivas pero sin profundidad. Seguidamente, Las Gallinas Azules volvieron a subir sus hombres para achicar la cancha a su favor, lo que les devolvió el tenue protagonismo que traían.
Transcurriendo el compromiso se produjo una jugada que pudo desequilibrar al cuadro ‘currambero’, en la que Roldán analizó en el VAR un agarrón y pisotón de José Enamorado a David Mackalister Silva, la cual algunos daban como roja, pero se sentenció la amarilla.
Con Millonarios encima de Junior, pero sin peligrosidad, el visitante apelaba al contragolpe, los que de haber tenido mejor resolución, le hubiesen concedido el primero de la fría noche capitalina.
Sobrepasando la barrera de los 30 minutos, el Rojiblanco juagaba condicionado por las amarilla de Jermein Peña, José Enamorado y Walmer Pacheco.
En los minutos finales el Embajador tuvo opciones con mayor riesgo en el arco del conjunto de la Arenosa, teniendo buenas intervenciones el meta Santiago Mele, exigido en un cabezazo y en dos centros de costado.
El pitazo de los primeros 45′ se escuchó en medio de un manejo de ‘pecosa’ por parte del forastero en la ‘bomba’ central, tratando de enfriar a su émulo, lo que logró buscando alejarlo del arco de Mele.
Es de anotar, que el elenco juniorista concluyó con otro amonestado, y este también de la zaga defensiva, Emanuel ‘Turro’ Olivera, de buen primer período.
Segundo tiempo
La segunda parte en el estadio El Campín inició con una actitud distinta del Junior de Barranquilla, con las líneas más adelantadas y las ganas de proponer lo que no había hecho en la etapa anterior.
Sin embargo, ello fue fulgurante, porque el contrario volvió a tener la pelota en sus pies e hilar jugadas con mayor temor para el arco de Mele, siendo cómplice de ello la imprecisión al salir jugando de atrás.
Y fue el golero “charrúa” el que impidió el primero en su portería, al atajar, al 50′, un fuerte remate de afuera del argentino Santiago Giordana.
Empero esos fallos al tratar de salir con pelota dominada permitió que se rompiera el celofán a favor del equipo del interior del país, siendo el de la errata Cantillo, que perdió la redonda cerca de su área y en un rebote tras una jugada de ataque del azul, le quedó al delantero Giordana, quien definido en diagonal frente a Mele, marcando el reloj el minuto 53.
Tras ese tanto, el Tiburón quiso despertar, al igual que Reyes, que modificó sacando a Enamorado y metiendo a Vladimir Hernández. No obstante, continuaron sin poder quitarle la bola al adversario, que seguía insistiendo en ataque y asfixiando al correr cada tramo del terreno de juego para marcar la salida.
Percibiéndose un desgaste de Millonarios, Junior de Barranquilla mostró algo más de atrevimiento, lo que le concedió en una contra, que era a lo que estaba apelando, el poder empatar el cotejo, trotando el cronómetro arbitral por el 71′.
En ese tiempo, en una buena salida por banda y carreteando al centro del campo, el lateral Edwin Herrera, que había entrado por Pacheco (lesionado), le cedió la bola a Fuentes, y este a su vez a Carlos Bacca (sustituyó a Pérez), quien filtró un pase entre líneas para dejar mano a mano a Yimmi Chará con Álvaro Montero, pero desafortunadamente este no pudo embocarla, atajándole el cancerbero guajiro su disparo al palo de la mano derecha.
Observándose que el cuadro de Alberto Gamero renunciaba al ataque y dejaba al Junior que buscara, Arturo-III dio paso en cancha a Deiber Caicedo por Chará, al 80′, buscando más explosividad con nuevo oxígeno.
Pero la intención no se pudo ejecutar, porque en otro error cerca a las 16 con 50, esta vez de Homer Martínez, le permitió a la escuadra capitalina anotar el segundo y sepulcral, a través de Leonardo Castro, al 82′, cuando no veían cómo podían convertirlo, más bien se resignaban a los penales.
Con el 2-0 en el tanteador y esfumándose la Superliga 2024 para Junior, Reyes, tarde, ingresó a Luis ‘Cariaco’ González por el que falló para la segunda diana de Millonarios, Homer.
Después de ahí, el anfitrión se encerró para manejar el score a favor, mientras el Rojiblanco miraba por dónde buscar un espacio para llegar el descuento que los llevara a los disparos desde los doce pasos.
Pero no lo logró, no pudo vulnerar la zaga del azul de los bogotanos, quienes con ese marcador ganaron en el global 2-1 y gritaron campeones por segunda vez en la Superliga.
