El sorteo para conocerse las ‘llaves’ de la siguiente ronda se dará este jueves, a las 2:00 p. m.
Por: Iván Peña Ropaín.
Un Junior de Barranquilla que es el que quiere ver el hincha juniorista siempre, mostrando ímpetu, deseos de salir por la victoria y jugar por esta en todo momento, además del fútbol en conjunto bien planteado y la entrega física hasta el final, lastimosamente no consiguió clasificarse, la noche del miércoles 2 de octubre en el Metropolitano Roberto Meléndez, a la instancia de cuartos de final de Copa Colombia 2024, luego de caer en la definición de los penales ante el Independiente Medellín, al que derrotó en los 90 minutos más la reposición 2-0 para cuadrar el global 2-2 y acabar al final 4-3.
El estratega venezolano César Farías plantó en su once titular en el césped del Metro a: Santiago Mele en el pórtico; Jhon Navia, Yeferson Moreno, Emanuel “Turro” Olivera y Nicolás Zalazar en defensa; el capitán Didier Moreno y Jhon Vélez en zona de contención; en generativo por banda y centro a Bryan Castrillón, Yairo Moreno y José Enamorado; y en punta Steven “Tití” Rodríguez.
La alineación ‘tiburona’ se modificó al 15′, cuando Yairo Moreno, que retornaba de una lesión que sufrió el pasado 11 de septiembre, precisamente en el juego de ida ante este mismo rival, salió con una molestia física, ingresando en su reemplazo Yimmi Chará.
¡Intensidad, actitud y ambición!
Un Junior asfixiante a la hora de marcar al contrario, cortando los circuitos ofensivos del Medellín hasta con cuatro hombres al momento de referenciar la salida del rival y buscando en todo momento el arco defendido por Eder Chaux, bien sea por la banda, por el centro o por el aire, fue lo que se empezó a percibir desde el pitazo inicial del referí nariñense Héctor Rivera.
Esa intensidad, que es lo que se le ha venido pidiendo todo este tiempo al equipo y que duró la mayor parte de los primeros 45 minutos, le concedió todas las jugadas de ataque claras y con aroma a gol, cuatro en total y una de ellas la anotación del 1-0 parcial.
Comenzó con insistencia el elenco dirigido por Farías, buscando el espacio para poder entrarle al orientado por Alejandro Restrepo, cuya embrionaria idea era la de esperar a su émulo de turno para aprovechar los huecos que dejara en defensa, contragolpear y poder extender el 2-0 con el que llegaba a Curramba la Bella.
Tal exposición en acometida le dio al ‘quillero’ la primera al minuto 14, luego de un centro de costado al área del DIM que no pudo capitalizar en su zapatazo Tití, dejando la bola “pagando” y llegando a esta Didier Moreno, quien se arrojó al piso y la empalmó, pero sin dirección. ¡Uffff, por poco!
Con el mismo sistema, al 16′, el Rojiblanco llegó al terreno de Chau, metiendo una pelota por arriba, cabeceada por Didier y sacada en la raya por dicho meta. No obstante, la esférica quedó sorteada en las 5 con 50, pero, primero, Tití no pudo darle, y luego, Bryan Castrillón también la pifió.
Siendo más el Tiburón, haciendo lo que tanto se le ha solicitado: poner talante físico y deseos de victoria, se reitera, le llegó su recompensa al 33′ por intermedio de uno de los mejores jugadores en el apático juego del elenco barranquillero en este último tiempo, Tití.
El atacante antioqueño definió de penal potente y al palo izquierdo de Chaux, quien se arrojó al derecho. La infracción desde los doce pasos la sentenció el silbante Rivera, luego de que se diera una mano clara del defensa del Medellín, Jherson Mosquera, quien se arrojó al piso para evitar que el “pase de la muerte” de Didier calara en Tití.
Con otra escaramuza del dueño de casa y una tibia respuesta del visitante en el tiempo 35, esta con Luis “el Chino” Sandoval, la cual pegó en la malla del costado del arco de Santiago Mele, que no tuvo trabajo en esa primera parte, se fueron todos a las duchas.
Una ‘joya’ de gol y la ruleta de los penales
Para la segunda etapa, Junior de Barranquilla empezó a explanar desde el primer minuto sus deseos de no mermar en su actitud e ir hacia adelante en todo momento, empero ahora por la segunda diana que lo condujera a la definición de los penaltis o lo acercase al tercero, el cual pondría el cotejo con el global tres a dos a su favor.
Y esa gran dinámica le atribuyó al Tiburón el apodado “gol de camerino”, cantándose este a tres (48) de reiniciado el duelo y colocando la cosa con el 2-0 que al final prevaleció y cuyo autor fue Bryan Castrillón, dilucidándose la diana en una gran jugada de conjunto.
José Enamorado corrió por su banda derecha y filtró al rectángulo por donde entraba Didier, quien con un sutil ‘taquito’ se la puso en el punto blanco a Tití, recepcionando este la redonda, girando sobre su eje y, al ver que no podía rematar a la cueva del rojo de los paisas, optó por pasársela a Chará y este a su vez a Bryan, que en diagonal definió rasante al palo izquierdo de Chaux, quedándose este último sembrado en la grama.
Junior continuaba embistiendo en el que, quizás, ha sido su mejor partido en esta temporada 2024, haciendo lo que no había hecho hasta ahora: lograr sacar avante un resultado adverso de dos goles. Ello le concedió dos más para poder llegar al esquivo tercero en un remate dentro del área de Tití que dio en un defensa adverso y terminó besando el horizontal, y seguidamente en un cobro de esquina que cabeceó Zalazar y atajó Chaux volando a su vertical derecho.
Trotándose entre los minutos 70 y 75, estos dos jugadores ‘tiburones’ tuvieron otras oportunidades más, pero la errata primó. Zalazar, en una gran corrida de Chará por el centro y agujereando con un pase la línea defensiva del Dim, se la puso para que definiera en solitario ante Chaux, peteando abajo y siendo interceptado el disparo por el golero.
En el trámite hasta llegarse al tiempo cumplido César Farías mandó al terreno de juego a Carlos Bacca por Castrillón; a Léider Berrío por Enamorado; a Marco Pérez por un aplaudido “Tití” Rodríguez; y a Edwin Herrera por Navia.
La etapa complementaria se evaporó con un Medellín queriendo descontar, lógico, Junior había hecho en enorme desgaste y los nuevos que ingresaron lo hicieron con la idea de aportar al ataque, dejando espacios atrás. Solo una clara le quedó al cuadro antioqueño, cuando al 88′, en un saque largo de banda, cabeceó José Aja abajo, pero Mele se estiró y evitó.
Con esa opción del antagonista y los jugadores de Junior corriendo toda la cancha, principalmente los que entraron, con el fin de recuperar la ‘pecosa’, volver al dominio del cotejo y buscar en el suspiro el tercero, se acabó este duelo de vuelta, dibujándose los penales y cayendo en esta instancia el Rojiblanco 4-3 como causal de los cobros errados por Herrera y Berrío.
