En la última jornada, el Tiburón visitará al Cali, en fecha y horario por confirmar por parte de Dimayor.
Por: Iván Peña Ropaín.
¡Linda victoria! Por la penúltima fecha 18, Junior de Barranquilla derrotó 1-0 en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez, la noche del sábado 20 de abril, al Once Caldas con una “brasileña” definición de José Enamorado, encaramándose al séptimo puesto con 28 puntos y estando más ‘cerquita’ de la clasificación a los octagonales semifinales de la Liga Betplay-I.
Las acciones en un Metro en el que se esperaba llegara más público, iniciaron vislumbrando la actitud de un cuadro barranquillero atendiendo a su necesidad de sumar de a tres, con el fin de ir perfilando el apremiante gane.
Generó la primera en una seguidilla de pases por banda derecha con José Enamorado metiendo al final un centro al área rival, marcando gol Carlos Bacca, pero hubo un verídico fuera de juego del número 70 del ‘quillero’. Marcaba el reloj apenas 4 minutos del pitazo inicial.
Ante la idea de juego que profesaban los adiestrados por Arturo Reyes, el equipo dirigido por Hernán Darío Herrera comenzó a replegarse en zona medular y baja, pues para ellos el empate no era un mal negocio.
Junior en los minutos siguientes continuó el hilar el ataque en este compromiso, aunque sin profundidad por la concentración defensiva del cuadro de Manizales, que pensaba más en el contraataque, teniendo su primera en un tiro libre, al 21′, centrando al rectángulo de Santiago Mele, que saltó a despejar pero el central Yonatan Murillo le ganó la posición y, al cabecear la esférica, por suerte esta no cogió dirección a la red del arco sur, despejándola casi en la raya la defensa juniorista.
Tras esa salvada, siguió apretando el Rojiblanco, respondiéndole al minuto 27, con un excelente pase filtrado a las 16 con 50 de Enamorado para ‘Goleador70’, convinación, pero a la inversa, que unos minutos después abriría la cuenta. El atacante porteño, en mano a mano con Ezequiel Mastrolía, se la quiso cruzar, pero el arquero argentino achicó bien con su cuerpo, evitando que la bola se metiera en su pórtico.
En esa embestida que le dio la primogénita más clara al dueño de casa hasta ese tramo del cotejo, le llegó luego otra muchísimo más transparente y que sí fue gol. Gol no, mentira, una joya a lo brasileño, siendo su artífice ese jugador que ha sido uno de los mejores en los últimos partidos: José Enamorado.
El volante soledeño, tras un pase largo por banda derecha de Bacca, luego de que Caldas propiciara un ataque que fue despejado por Peña, en diagonal se llevó a su marca y a dos defensores más, a los que dejó acostados y durmiendo en el césped del Metropolitano, definiendo seguidamente de forma magistral ante Mastrolía, quien esta vez, por más que ensanchó su cuerpo, no pudo inhibir el merecido 1-0.
Con ese ‘pepón’, hay que escribirlo a lo barrio, el cual hizo estallar a los junioristas que acompañaron al equipo desde las gradas, y a los que estaban en sus casas y estaderos también, se esfumaron los primeros 45 minutos, sin no antes Bacca, al 40′, asustar a los de Manizales con un disparo rasante que estrelló en la base del vertical derecho, el que habría sido el segundo.
Segundo tiempo
El período complementario arrancó tal como se preveía, saliendo Once Caldas a buscar la paridad rápidamente, mientras que Junior de Barranquilla inició con la intención de esperar para explotar la contra, pero sin meter muy atrás sus líneas, aunque en los primeros 10 o 15 minutos el émulo lo obligó a ello. Sin embargo, solo se aproximó con escaramuzas que no molestaron a Mele.
Pasado ese dígito, el equipo de los barranquilleros y costeños que son junioristas logró sacudirse de la presión del rival, empezando a fabricar fútbol ofensivo, pero antes contó con la fortuna, al minuto 67, de no ver un claro empate en su cueva.
Billy Arce, en maniobra individual dentro del rectángulo juniorista, dribló al lateral Yeferson Moreno, rematando fuerte y a ras de gramilla, desviándose la redonda hacia el banderín de oriental.
En esa incisiva pesquisa del vistante, solo al 60′ fue que Junior pudo generar la primera con aroma a diana, otra vez por el sector derecho con un formidable Enamorado, quien insuflando a la zona de calor del adversario, Bacca la dejó pasar tras ganarle en fuerza al defensa del Once, quedándole para el remate a quemarropa a Deiber Caicedo, quien la estrelló contra la humanidad del golero “gaucho”.
A partir del minuto 72, el DT Reyes empezó a mover el banco, sacando a la gran figura, José Enamorado, quien ya se veía algo agotado, por Bryan Castrillón, y a Yimmi Chará por Luis ‘Cariaco’ González.
Ello le empezó a dar más dinámica a la línea ofensiva del Tiburón, que también apresuraba sus regresos porque el contrario amenaza con la igualdad.
Arturo-III siguió efectuando cambios: al 74′, dio entrada a Marco Pérez por Bacca, quien le cedió la banda de capitán a Didier Moreno, y al 81′, Diego Mendoza en sustitución por Víctor Cantillo, y Vladimir Hernández por Caicedo, que mejoró en su nivel para este choque.
La oxigenación le concedió más ánimo en el ataque, confeccionado, al 90′, el 2-0, pero el que el horizontal negó, cuando en una bola de ‘Cariaco’ a Pérez, este último, entrando al área, decidió centrarla, empalmándola con su cabeza Didier Moreno, dando en un defensor y pegando en el palo, como se dijo.
Con esta emoción y una del Caldas en un tiro libre en los últimos minutos de reposición y que no tuvo buena resolución, finalizó este partido que tenía que ganar Junior de Barranquilla para acrecentar sus deseos de meterse a las semifinales de la Liga-I, instancia en la que, de entrar, hará la defensa de su título.
