El equipo barranquillero también está demostrando que no tiene reacción al momento de remontar un marcador adverso, lo que denotó en los recientes duelos con Tolima y América.
Por: Iván Peña Ropaín.
Con el solitario gol de Juan Torres, del Deportes Tolima, Junior de Barranquilla cargó con una nueva derrota en casa, esta vez por la fecha 14 de la Liga Betplay-II, pésimo resultado que lo bajó del liderato y lo puso hoy en el segundo lugar de la tabla de posiciones.
En ese cotejo se volvió a percibir lo que ha prevalecido en sus últimas apariciones y que contrasta con lo que exhibía en las primeras jornadas: la contundencia a la hora de llegar al área contraria, incurriendo muy seguido en el desperdicio de oportunidades de gol.
Literalmente, al llegar a terreno adverso cae en su ofensiva en el típico “‘chiquichá’, pero de aquello nada”. En otras palabras, a la hora de embocarla en el arco del rival no la está concretando, fallando incluso goles más que cantados como los que tuvieron frente al Pijao los jugadores José Enamorado, Didier Moreno, Guillermo Paiva y Edwin Herrera.
Si bien pese a esta nueva caída en el Metro el equipo barranquillero se mantiene segundo con 25 puntos, estando a dos del puntero, Atlético Bucaramanga, y a unos seis de clasificarse a los cuadrangulares semifinales, lo cierto hoy es que a dicha instancia se debe llegar con las armas cargadas y empuñadas.
Además de lo anterior, el Tiburón se inmiscuye en una especie de bajón ánimo futbolístico, tampoco puede solidificar su sistema defensivo, el que igualmente falló en la diana anotada por el Vinotinto y Oro, y sigue dando muestras el equipo dirigido por el uruguayo Alfredo Arias de que no posee capacidades de reacción cuando está abajo en el marcado, tal como se le dio en la derrota pasada en el Coloso de la Ciudadela frente al América de Cali por la ida de los cuartos de final de Copa Colombia.
