El Tiburón tuvo todo para ser líder en su grupo B, lo que lograba momentos en que vencía al Once Caldas, pero la derrota al final lo tiene hoy como colero.
Por: Iván Peña Ropaín.
La inesperada derrota 2-1 de Junior de Barranquilla, la noche del domingo anterior, ante Once Caldas en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez en el duelo por la fecha 4 en el grupo B, le acortó las cuentas al elenco costeño, que hasta cuando iba ganando uno a cero, tenía todo en sus manos para ser líder y pensar seriamente en la final.
No obstante, esa segunda parte en la que mostró Junior un fútbol bastante mediocre lo llevó al final a perder este importante compromiso, el que no se podía perder, resultado que ahora lo tiene en la última casilla de la tabla y lo puso a depender de más variantes.
Tiene 4 puntos y una diferencia de gol (DG) de -1, igualando en unidades con América de Cali y siendo superado por este por la DG de O que maneja, además de que cuenta con el denominado punto invisible por haber acabado segundo en el “todos contra todos”.
Ahora recibirá en el Metro al líder del cuadrangular, Deportes Tolima, que cuenta con 7 unidades y DG de 0, partido que podría sentenciar definitivamente su eliminación o seguir dándole mínimas chances de ir a jugarse la vida a Cali en la última fecha y esperar resultados.
Para algunos hinchas la cosa está maluca y pintando a que el Tiburón ya está eliminado, debido a que su fútbol es muy pobre y no podrá imponerse a los rivales, mientras otros que no pierden la fe creen que las matemáticas existen y ellas le dan la opción de clasificación.
