En la próxima jornada (9) el cuadro ‘currambero’ volverá a actuar como visitante, cuando el domingo 25 de febrero enfrente al Deportivo Pereira, sonando el pitazo inicial a las 8:30 p.m.
Por: Iván Peña Ropaín.
Noche desastrosa para Junior de Barranquilla en el estadio El Campín de Bogotá, donde cayó 3-0 ante Independiente Santa Fe en el juego que dio apertura a la fecha 8 de la Liga Betplay-I. Y se dice desastrosa no solo por la goleada, sino por el flojo y aburrido juego que expuso ante un equipo que, sin hacer mucho, aprovechó los errores para hacerse con la victoria frente a un contrincante que ahora es cuarto en la tabla, que podría salir de los ocho al finalizar esta jornada, que sumó su tercera derrota en línea y que empieza a poner a su entrenador Arturo Reyes en el paredón.
Un catastrófico primer tiempo tuvo el conjunto barranquillero ante el rojo de los cachacos, no solo por la lesión al minuto de iniciar este compromiso del central cartagenero Rafael Pérez, quien tuvo que ser reemplazado, sino por el fútbol sin ideas y desconectado en sus líneas.
La decadencia en la que ha caído el cuadro dirigido por Arturo Reyes en estos últimos juegos fue el resumen de esa primera parte: la desatención defensiva, imprecisión en los pases, falta de dinámica y efectividad al definir, lo llevaron a que viera rápidamente dos goles en su pórtico, los que pudieron ser más sino es por el arquero Santiago Mele.
Estas anotaciones las sufrió en los minutos 32 y 40, a través de Agustín Rodríguez y Julián Millán, respectivamente, prevaleciendo en ellas la pasividad y falta de referencia en la marca por parte de los jugadores del Rojiblanco, especialmente los de su zaga defensiva. Estos solo presionaron de vista a los anotadores, quienes fueron más ‘vivos’ al cazar las pelotas que quedaron sueltas en el área tras los rebotes concedidos en una jugada de tiro libre y otra de tiro de esquina.
Fue tan esmirriado el fútbol mostrado por el elenco costeño, que Santa Fe se fue arriba en el score sin hacer méritos, es más, exponiendo en el césped de juego el mismo nivel fofo que su rival de turno, dibujando un partido tan frío como la noche capitalina.
Las dos únicas chances que tuvo el Tiburón en el arco defendido por Andrés Marmolejo estuvieron en los pies de Yimmi Chará, aunque estas sin rumbo fijo. La segunda, a pocos minutos de finalizar el período inicial, fue la que tuvo más características de gol, no siendo más que una emoción efímera para el hincha juniorista.
Llevándose el silbato a su boca el árbitro central Diego Ruiz se esfumaron las acciones, las que dejaron una horrible presentación del equipo de los barranquilleros y costeños que son de Junior, además de los dos goles del Cardenal y la posible grave lesión de ‘Rafa’ Pérez, de la que se dice de manera extraoficial corresponde a una fractura de tibia y peroné.
Debido a lo que le sucedió a Pérez, al DT Reyes, en vista de que solo viajó a Bogotá para este choque con cinco defensores: dos centrales y tres laterales (Edwin Herrera, el suplente), le tocó improvisar metiendo a Homer Martínez como backcentro, lo que este jugador ha hecho en otras ocasiones, emergiendo de la banca el juvenil Diego Mendoza para ponerlo al lado de Didier Moreno y ajustar nuevamente la zona de recuperación de pelota.
Junior mejoró en el segundo tiempo, pero al final fue nada de nada
El tiempo complementario arrancó con una sustitución para la escuadra de Arturo-III, la que ningún juniorista ni periodista preveía, pero la que ciertamente fue por la de un jugador que prácticamente no hizo nada en la proa de su equipo: metieron a Marco Pérez por Carlos Bacca.
Sí hubo un cambio de engranaje y actitud por parte de los jugadores ‘tiburones’ en ese arranque de los últimos 45′ más la reposición, que fueron siete, aun cuando Junior pedía en “voz baja que acabaran el compromiso lo más pronto para evitar que le hicieran más dianas y la ‘llenada’ fuese peor”. El cimentar fútbol asociado y con pases más exactos le dio una rápida aproximación, otra vez con Chará, aunque continuando el volante ofensivo con su dirección desviada.
El apoderarse de las acciones le estaba permitiendo al Junior de Barranquilla alejar de su pórtico al León; sin embargo, no había profundidad, por lo que el apelar en un par de oportunidades a lo que hizo falta también en el primer tiempo: disparar de afuera de las 16 con 50, le otorgó la mejor y única posibilidad fidedigna de descuento.
Caminaba el cronometro por el 65′, segundos después de que Luis ‘Cariaco’ González entró por un muy discreto José Enamorado. Walmer Pacheco se animó a pegarle a una bola en movimiento desde proximidades de la medialuna, rosándola con la punta de sus dedos el golero Marmolejo, dando la ‘pecosa’ en el palo y saliendo expulsada al córner.
Aumentando el meneo con la presencia de ‘Cariaco’, reiterándose de antemano que sin contundencia ni peligrosidad a excepción de la jugada de Pacheco, y eso, esta no fue pisando el área del émulo, Junior de Barranquilla intentó buscar mayor vertiginosidad en el ataque.
Pusieron en el terreno de El Campín a Bryan Castrillón por el juvenil Mendoza y a Léider Berrío por otro de muy bajo nivel en sus últimas apariciones con el club ‘currambero’, Déiber Caicedo. Empero, antes de conseguir el objetivo en arco del adversario anotando el 2-1 parcial para intentar emparejar el tanteador y rescatar al menos un punto en la altura que tanto le pasa factura, lo que sucedió fue que le dieron al apodado Expreso Rojo la coyuntura para que convirtiera el tercero.
Uno de los que fue empleado por Arturo Reyes para oxigenar, Berrío, terminó fungiendo como ese facilitador del 3-0 sepulcral para el Rojo y Blanco, luego de perpetrar un agarrón en el rectángulo, decretándose penal. Francisco Chaverra ejecutó, y a cantar gol por parte de los seguidores de Santa Fe.
Con una imagen penosa mostrada la noche del miérocles 21 de febrero por la escuadra costeña en Bogotá, con ese tres a cero que marcaba una goleada que pudo ser mayor sino es por el meta uruguayo y con una molestia muscular por parte de Chará, el metense Diego Ruiz levantó sus brazos al cielo para decretar el final de este compromiso para el olvido.
La derrota bajó a Junior del segundo al cuarto lugar de la tabla de posiciones, quedándose con los 13 puntos con los que llegó a encarar este cotejo, ocupando ahora dicho puesto su verdugo en esta fecha 8 y siendo superado también por Deportivo Pereira, su próximo rival en la novena jornada igualmente como visitante, el domingo 25 de febrero, a las 8:30 p.m.
Lo peor de todo es que el Tiburón, de no dársele algunos resultados en el transcurrir de esta jornada de la Liga Betplay-I que culminará este sábado, podría acabar en el borde del escalafón que da para las casillas 9 y 10.
