Ahora, Tiburón, a buscar la estrella número 11 para darle algo a la institución barranquillera en su año del centenario.
Por: Iván Peña Ropaín.
Más allá de las formas o de si jugó bien o mal, Junior de Barranquilla tenía que ganarle al Deportivo Cali para clasificar a los cuadrangulares semifinales y lo consiguió, imponiéndose en el marcador 3-0 y sumando así 31 unidades que lo dejan situado en la sexta posición de la tabla.
Este juego, dado en el Metropolitano Roberto Meléndez, correspondió a la última fecha (19) del “todos contra todos” de la Liga Betplay-II, siendo los anotadores del triunfo Didier Moreno, cuando apenas corrían cinco minutos de iniciado el crucial cotejo; Bryan Castrillón, poco tiempo después de haber ingresado, al 73′; y Steven “Tití” Rodríguez, de penal al 90+3.
Con respecto a la diana de quizás uno de los jugadores que más se entrega en el terreno de juego, el volante Moreno, el escualo barranquillero rompió una sequía de 296 minutos sin marcaba en red contraria, formándose este dígito negativo contra Envigado, Millonarios y Once Caldas.
La primera parte culminó con un Rojiblanco relajándose por momentos y un verde azucarero queriendo hacer daño, pero sin profundidad.
En el segundo tiempo se comenzó visualizando una pasividad incensaria del Tiburón, ya que era imperante salir por ese segundo tanto, permitiéndole ello al émulo que se adueñara de la “caprichosa” y produjera varias acciones de riesgo para lograr la paridad.
César Farías hizo modificaciones para oxigenar a su equipo, no logrando tal objetivo solo hasta el 73′, cuando una de sus modificaciones, Bryan Castrillón, convirtió el 2-0 de la tranquilidad.
Pero luego vino una nueva factura que ratificó la calma que pedían los hinchas junioristas, pasándola esta otro de los que ingresó para los últimos 45 minutos, Tití, a quien le cometen el penal y lo ejecuta el mismo, sentenciado el 3-0 definitivo.
Ahora, los jugadores de Junior de Barranquilla deberán luchar por buscar la estrella 11, pero no solo para bordarla en el escudo del club, sino también para darle un título a la institución ‘currambera’ en su año del centenario, lo que no han podido lograr hasta este momento.