En la próxima jornada en su Grupo D, el cual sigue comandando el Tiburón pese al 1-1, volverá a oficiar de local, esta vez frente a Liga de Quito, el martes 23 de abril, a las 9:00 p.m.
Por: Iván Peña Ropaín.
Junior de Barranquilla, la noche del martes 9 de abril, si bien no perdió, empató y sigue líder en su Grupo D de la Copa Libertadores de América, dejó escapar en su estadio Metropolitano Roberto Meléndez una gran oportunidad para picar en punta y en solitario con seis puntos. Quedó ahora con cuatro unidades, las mismas que su rival de turno, Universitario de Perú, con el que igualó 1-1 y al que le gana la posición por el gol diferencia.
Antes de entrar a desglosar lo que fue este cotejo, hay que decir que el cuadro barranquillero saltó a la cancha con el mismo once titular que le ganó en Brasil al Botafogo: Santiago Mele en el arco; Walmer Pacheco, Gabriel Fuentes, Jermein Peña y Brayan Ceballos en la defensa; Víctor Cantillo y Didier Moreno como recuperadores; Yimmi Chará, José Enamorado y Deiber Caicedo en el mediocampo ofensivo; y Carlos Bacca en ataque.
El dueño de casa se empezó a mostrar mucho mejor que el visitante desde el pitazo inicial del argentino Leandro Rey, siendo el propositivo, manejando la pelota y yendo siempre hacia adelante, actuando como el de la movilidad el soledeño Enamorado, desplegando fútbol por la banda derecha.
A pesar de que el Tiburón era quien escudriñaba los caminos, no tenía profundidad ni claridad para llegar a pórtico contrario, jugando también para que se diera ello la actitud de resguardo que comenzó a emplear el apodado Crema, que salió con prudencia a encarar este compromiso.
Solo hasta el minuto 19 se produjo la primera con sabor a gol, y esta la concibió Junior en una bola que dio en el palo: Chará cobró rápido y corto un tiro de esquina para Enamorado, a quien tenía cerca y quien metió de una el centro al área, el cual agarró dirección para el backcentral Ceballos, dándole de primera y sin dejarla caer y chocando la pelota con el vertical izquierdo de la portería norte.
Pujando los junioristas desde las graderías de un Metro al que asistió una muy buena cantidad de público, pues merecía abrir la cuenta y era más que necesario iniciar ganando este segundo duelo en la fase de grupos de la “gloria eterna”, los adiestrados por Arturo Reyes continuaron dándole circuito a la pelota.
Sin embargo, cuando mejor jugaba la institución barranquillera, un “baldado de agua fría” lo descuadernó, encontrándose los peruanos, al 22′, con el que rompió el celofán en un medio de ataque que luego le costó bastante al club ‘quillero’: el fútbol aéreo en defensa.
En un centro de pelota quieta desde el sector de oriental con destino a las 16 con 50 de Mele y tras un cabezazo del central William Riveros, superando la marca que le tenía Didier, se la puso a su compañero Marco Saravia para que efectuara una “media volea”, impactando la redonda en el horizontal. Luego, más hábil que todos Aldo Corzo se anticipó en el rebote y con su cabeza la empujó en la portería sur para que celebrara la anotación el puñado de hinchas peruanos situados en el sector de occidental alta.
Después de ver vulnerar su malla, el Rojiblanco se descuadró en la idea con la que salió, luciendo enredado, desconectado con sus tres ‘mosqueteros’: Chará, Caicedo y Enamorado, errático a la hora de salir jugando. En fin, el convidado en el Coloso de la Ciudadela se adueñó de la “maquina de coser”.
Tan fue así, que Universitario subió sus líneas unos metros más y, al 33′, tuvo el segundo en un disparo desde afuera de Rodrigo Ureña, pero Santiago Mele lo interceptó volando a su palo derecho. Seguidamente de esa chance en contra, empezó a salir de su letargo el ‘currambero’ en un ataque por la banda con Enamorado, el mejor en la primera parte y del resto del partido hasta que el técnico ‘tiburón’ lo sacó sin razón alguna. Le tamizó un pase a Bacca que se adentraba con ansias de paridad a las 5 con 50, arrojándose al piso para puntearla y siendo obstaculizado por el cancerbero Sebastián Britos, quien se quedó con la ‘pecosa’ en sus manos.
Extinguiéndose esta etapa, el elenco colombiano continuó pellizcándose y volvió a recuperar esas ganas que se le frenaron cuando le hicieron el gol, que era inmerecido que lo recibiera, hay que decirlo.
Y fue por ese viro en la actitud que llegaron a la paridad a uno, necesaria antes de escucharse el pitazo final de Rey, conseguida en una buena sesión de pases: Pacheco para Enamorado y este profundizando entre líneas para Bacca, quien en el mano a mano con Britos lo deja regado, y al intentar rematar al arco nota que no tenía un ángulo amplio de tiro, por lo que optó por poner el popular “pase de la muerte” para que el pequeñín Caicedo entrara rápido aventajando a un defensor y tocándola para decretar el 1-1, sin no antes ponerle suspenso cuando la bola chocó con la base del vertical para meterse de lujo.
De tal forma acabó la primera parte, alentando a puro pulmón los hinchas ‘tiburones’ desde las tribunas del escenario barranquillero, pues se había llegado a la urgida igualdad, esa que abría las puertas a la victoria, la que al final fue esquiva.
Para el segundo tiempo, los primeros cinco minutos arrancaron tibios, estudiándose Rojiblancos y Cremas, mostrando la intencionalidad el primero y entrando otra vez a defenderse el segundo, ahora con mayor razón, puesto que le habían emparejado el score y de expandirse a jugar, se pondría en riesgo.
La primera acción con aroma a diana llegó al 52′ por intermedio de Deiber Caicedo, quien en un tiro libre engañó a todos al amagar con meter el centro al área, pero le puso efecto a la bola hacia la cueva de Britos, moviendo su vertical izquierdo.
Era un solo equipo colocando la dinámica en el césped del Metro, pese a que no se topaba con la profundidad pensada, viéndose de paso al émulo replegado por hacerse al que sería un valioso empate y apelando al contragolpe.
En otra de sus búsquedas, Junior de Barranquilla anotó el que habría sido el segundo, corriendo por el 59′ este cotejo por la fecha 2 de su Grupo D. En un centro de costado de Caicedo, Didier Moreno la “peinó” al segundo palo en el que se encontraba parado Bacca, quien anotó con su frente, pero el VAR llamó al central y se decretó posición ilícita del atacante porteño.
En ese trámite de ir hacia adelante por parte del anfitrión, el forastero seguía atrás y en la contra casi factura el segundo en un testazo del delantero Edison Flores entre los dos centrales del Tiburón, quienes lucieron fallos durante todo el partido por esa vía. Empero, el uruguayo Mele se vistió de salvador, tal como lo viene siendo desde semanas atrás.
En respuesta Junior generó por su parte una para también irse arriba, al minuto 65, la cual era más difícil marrarla, lo que al final hizo Chará al entrar al rectángulo del peruano tras un buen pase de Fuentes. Le dio muy abajo a la esférica y la mandó por las nubes el mediocampista valluno, que no tuvo una gran actuación.
Al tener sus líneas arriba el equipo de Reyes, porque había que ir por ese gane, se llevó un nuevo susto al 70′, cuando Álex Varela, en una embestida de contragolpe, pateó desde bien lejos y cogió afuera de su arco a Mele, estrellándose la bola en el horizontal. ¡Uffff, qué salvada!
Arturo-III empezó a mover su banco tras esa opción de anotación para La U, ingresando al minuto 70 a Luis ‘Cariaco’ González y a Vladimir Hernández por Chará y Enamorado, correspondientemente.
Pero los que entraron con más brío fueron las modificaciones del contrario, que construyeron, al 80′, el segundo, a través de Valera. No obstante, el VAR le evitó a Junior una noche triste al señalar que en la disputa del balón en terreno de Mele, al anotador le dio la bola en el codo, reversándose la anotación ante el airado reclamo de los peruanos.
Inmiscuyéndose en la conclusión de este partido por la segunda jornada en el cuadrangular D, introdujeron al gramado del Metro a Marco Pérez por Bacca, a quien se le notó algo molesto, no se sabe si por el marcador que iba 1-1 o porque salió, y a Steven ‘Tití’ Rodríguez por Caicedo, al 84′ y 89′, respectivamente.
A Junior de Barranquilla, descuidado atrás pero procurando llegar a ese segundo gol que le diera la victoria, no se le vio renunciar por ella, hay que destacárselo, y casi la consigue al 89′, previo a que dieran siete minutos de reposición, tiempo en el que también la buscó por todos lados pero al frente tenía a un Universitario de Perú bien ordenado y concentrado.
En esa, Deiber Caicedo, segundos antes de abandonar la cancha, recibió un pase de Pérez que ganó un rebote tras centro a las 16 con 50 del antagonista, y al desenfundar el zapatazo rasante, Britos metió su pie derecho casi sobre la línea, enviando el balón a la esquina.
Así finalizó este compromiso por el Grupo D, el cual continúa liderando Junior con los mismos 4 puntos que Universitario, al que rebasa por su diferencia de gol de +2, mientras que la del conjunto inca es de +1
Los otros equipos que integran esta sección de la Libertadores y los que cayeron en la primera fecha frente a los que chocaron en el Metropolitano la noche del martes: Liga de Quito y Botafogo, se verán las caras este jueves en Ecuador.
