El Rojiblanco se verá en su próximo juego con Nacional en Medellín, este miércoles, a las 8:30 p. m., por la aplazada fecha 10.
Por: Iván Peña Ropaín.
Gélido debut, tal como estaba el clima en Barranquilla durante todo el domingo 22 de septiembre, tuvo el DT César Farías con Junior de Barranquilla en la Liga Betplay-II al caer 4-3 con Águilas Doradas de Sincelejo, juego válido por la fecha 11. La derrota lo deja ahora en la undécima casilla con 12 puntos.
Y la fría noche en el Coloso de la Ciudadela empezaba destilando la expectativa del juniorista por el once titular que el adiestrador venezolano pararía en cancha, siendo este: Santiago Mele en el arco; Yeferson Moreno, Edwin Herrera, Emanuel “Turro” Olivera y Nicolás Zalazar en zaga defensiva; Didier Moreno y Víctor Cantillo en contención; Yimmy Chará, José Enamorado y Roberto Hinojosa en medio-generativo; y Carlos Bacca adelante.
Seguidamente, previo al pitazo inicial, los poquísimos hinchas que fueron al Metro también colocaron sus ojos sobre el conjunto barranquillero para ver si cambiaría el pobre fútbol que venía mostrando con Arturo Reyes, además de si mejoraría el endeble estado físico de sus jugadores.
Las primeras acciones se propiciaron a los 12 segundos de arrancar el cotejo, cuando Junior tuvo la primogénita para anotar tras un pase largo por banda derecha para Enamorado, quien luego cruzó rasante al centro del área, quedándole para que Chará pateara, pero sin fuerza y fácil para que controlara el meta José Contreras.
Esa intensidad con la que salió el dueño de casa, lo que daba un buen presagio del nivel que se cree es el que exhibirá el equipo de Farías, le entregó dos más con aroma a diana en tan solo cuatro minutos de juego:
- Al minuto, Hinojosa robó una pelota en zona medular, corrió unos metros y desenfundó un zapatazo abajo del palo derecho de Contreras, quien se lanzó y atajó.
- Y al 3′, Chará aprovechó un pase a profundidad de Cantillo y, al entrar al área grande y patear, se quedó sin piernas y la tiró de forma suave para que la encajonara el portero ‘dorado’.
No obstante, el ímpetu mermó por el lado del club ‘quillero’, otorgándole al sincelejano la pelota, lo que los llevó a que fueran ellos los que rompieran el celofán. Corriéndose por el 11′, teniendo sus líneas arriba el Tiburón porque quería hacer el primero, fue sorprendido por un pase largo y aéreo de atrás del defensor de Águilas, Jerson Quiñonez, el cual le picó a Mele en su terreno y se le terminó extendiendo la redonda.
Ese mal cálculo del golero uruguayo lo aprovechó el delantero Jorge Ramos, quien le ganó la posición y la bola y quedó con opción de pater a la portería sur, aunque estaba en un ángulo incómodo, siendo derribado segundos después por Mele. Al 12′, ejecutó el penal Quiñonez, fuerte y al centro, y a celebrar los sabaneros el 1-0 de la noche.
Trotando los minutos en el cronómetro del arbitro quindiano Jhon Ospina, el juego de Junior de Barranquilla se fue pigmentado con aquel color opaco que tenía bajo la dirección técnica de Reyes, no llegando más con peligro al pórtico norte y permitiendo que la visita fuera el que más brillara en cancha.
Controlando el cotejo Águilas Doradas de Sincelejo, cantó el ahora 2-0 parcial, otra vez desde los doce pasos, cuando al 31′ otro penal silenció al Metro: Roberto Hinojosa bajó en el área a Guillermo Celis en una riña de pelota. ¡Clara infracción!
Disparó Jorge Ramos, potente y esquinado al vertical derecho de Santiago Mele, quien se arrojó y adivinó, pero no pudo atajarlo.
La primera parte se estaba yendo viéndose a un anfitrión sin hacer más nada, topándose con una alegría fugaz, al 38′, con una bonita anotación desde fuera del área de Cantillo, luego de guerrear la ‘pecosa’ con un jugador del émulo, empero el VAR lo terminó anulando por mano previa del volante magdalenense.
Sin embargo, para bienaventuranza de los nuestros, en el último minuto de reposición (90+4), cuando nadie lo esperaba, se fue con el 2-1 a las duchas. Esta anotación nació en un autogol del backcentral Víctor Moreno, quien desvió a cueva propia un tiro de córner facturado por Edwin Herrera.
En resumen de esos 45 minutos primarios, Junior presentó intencionalidad desde el incio, lo que se le ha pedido todo este tiempo, pero luego mutó a ese juego sin sentido y sin ideas que tiene furibundo al adepto ‘tiburón’, aunque hay que abonarle que mostró en ese periplo un estado físico mucho mejor que el que traía.
¡Derrota, pelea y disturbios!
En la etapa complementaria fue un compendio de pérdida del duelo para el local, la ira de los hinchas, riña entre jugadores rivales y los disturbios en la zona de parqueo privado del estadio Metropolitano.
Lo futbolístico, que se limitó a que al final el cotejo acabara 4-3 para los de Sincelejo, también se vio matizado por las agresiones de las que fueron objeto varios vehículos que estaban en dicha zona del escenario, tanto de la dirigencia ‘rojiblanca’ y varios de los jugadores, entre esos el de Carlos Bacca, que sufrió serios daños por los elementos que le arrojaron desde la parte alta del caracol de occidental que da acceso y salida del Metro.
Cuando miembros del Esmad de la Policía intervinieron para poner en cintura a los que andaban de revoltosos en medio de las agresiones a los vehículos, se desataron los disturbios.
Mientras eso acaecía en las afueras, adentro, en la zona mixta, jugadores del Junior se fueron a los empujones y golpes con los del equipo rival, mala imagen que “puso el triste” moño a la derrota enmarcada en el segundo tiempo, que no amerita relatar en honor a aquella tristeza en la que se hunde el juniorista por su equipo en el aspecto futbolero, claro está.
