Dijo: “Sacar a Viera faltando seis meses no tenía sentido. Fue un problema innecesario que se pudo haber evitado.”.
Por: Iván Peña Ropaín.
Julio Avelino Comesaña, el entrenador más ganador en la historia de Junior de Barranquilla, de hecho, único equipo con el que ha podido ser campeón en su carrera como DT, un día después del follón armado en la Arenosa por la ida de Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, por el negro presente por el que camina el club y por el tercer retorno de Arturo Reyes, se despachó opinando de todo un poco: del grupo, del entrenador que se fue y del que llega y hasta de Sebastián Viera, quien ya no hace parte de la institución.
En diálogo con un medio local de la ciudad, Comesaña empezó hablando sobre su compatriota Viera, cuya salida se dio por decisión del ‘Bolillo’, dejando en claro que no debió ser relegado de la plantilla, por lo menos no hasta que cumpliera su contrato: “En mi concepto, sacar a Viera faltando seis meses para terminar contrato no tenía sentido. Fue un problema innecesario que se pudo haber evitado. No es la decisión, sino cómo se hacen las cosas”.
Indicando Comesaña que, si le hubiese tocado ese “chicharrón” a él: “Con Viera me acuerdo un partido de la Sudamericana que jugamos con Lanús en 2018, el primer partido en Buenos Aires. Conversé con él y le dije que iba a empezar jugando Chunga y a los 20 minutos se lastimó y entró Viera, atajando muy bien. Y desde ese momento, mientras se recuperaba Chunga, ya quedó Viera. Esas decisiones el jugador las tienes que respetar, pero hay que acordar y hablar con los deportistas”.
Cambiando de frente, quien alzara su último título con el Tiburón en la final de Superliga 2020, ganada al América de Cali en el Pascual Guerrero, anotó: “Yo no estoy adentro ni hablo con nadie del club. Yo estuve el año pasado como otras veces que estuve, en una situación compleja en la tabla y teníamos el reto inmediato de la Copa (Colombia), donde llegamos a la final (perdida con Millonarios en Bogotá). Luego pasó lo que pasó, pero teníamos un plantel diezmado con las lesiones, más el partido en Pereira… no esperaba grandes cosas porque había un plantel diezmado”.
El entrenador uruguayo, de 75 años, ante la pregunta de cómo revertiría él la crítica situación por la que atraviesa el conjunto referente en la Región Caribe, respondió: “Es difícil decirlo. Cuando Junior no gana es muy difícil llevar una situación normal, y cuando están las cosas difíciles no es fácil decir que se arreglan así nomás, porque Junior tiene una trascendencia enorme en la ciudadanía, es el motor de Barranquilla en muchas cosas. Y la gente cuando Junior no gana se angustia y hay mucho problema, mucha preocupación; es el único club con tanto poder de convocatoria desde La Guajira hasta Montería, por allá. En este momento no hay otro club en la ciudad y aquí es Junior y Junior, mañana tarde y noche. Todo es un problema, todo se agrava, todo es difícil. Las emociones son muy grandes, positivas o negativas y eso es un ambiente difícil de manejar”.
Y concluyendo de forma escueta, quien dirigió en diez oportunidades al Rojiblanco, lo que le devengó el apodo de Julio X, contó sobre la tercera llegada del samario Reyes a la dirección técnica: “Arturo es un hombre de la casa que lo conoce el club y si lo ponen allí es porque lo necesitan”.
