La derrota ante Millonarios alebrestó los ánimos en el estadio Palmaseca, a donde no entraron las ‘barras bravas’ del verde ‘azucarero’ en protesta por la crisis futbolística de su equipo.
Por: Iván Peña Ropaín.
La derrota por la mínima de 1-0 del Deportivo Cali a manos de Millonarios de Bogotá, la noche del viernes en el estadio Palmaseca, en Palmira, Valle del Cauca, siguió sumiendo en una crisis al club caleño, cuyo máximo objetivo es alejarse de los dos puestos que envían a la B, lo que todavía no ha podido lograr.
Pero aparte de la precaria situación futbolística por la que atraviesa el ‘azucarero’ y que también lo tiene en el fondo de la tabla de la Liga Betplay-II, cuestiones ajenas al fútbol y que se ciñen a la violencia de los ‘barristas’ vuelven a dar de qué hablar en la Liga colombiana.
Tras la inminente derrota que se dibujaba en ese partido por la jornada 13 (de 19), integrantes de una de las ‘barras bravas’ del Cali, que en protesta decidieron no ingresar al Palmaseca y alentar desde las afueras, expusieron un trapo en el que lanzaban una seria y delicada amenaza en contra de los jugadores.
En el material de tela escribieron: “Juegan como muertos, muertos quedarán”, lo que encendió de una la crítica de la prensa de esa ciudad y de aquellos hinchas que, por más molestos que están contra los futbolistas, ven el fútbol en paz.
En la misma tónica belicosa, los adeptos a la facción popular que expuso la especie de advertencia también desencadenaron una serie de altercados que alteraron el orden público en las afueras del estadio del Cali.
