Lo que también da matiz a tal sensación que se lee en el centenar de opiniones en redes sociales es que el “no” que al final dio el jugador se produjo, precisamente, cuando el dirigente del Junior iba en el avión de regreso a Barranquilla.
Por: Iván Peña Ropaín.
Conocido por la hinchada juniorista que la novela ‘James a Junior de Barranquilla’ habría tenido un final amargo, sensaciones incipientes tras las palabras entregadas por Fuad Char a la prensa, las redes sociales explotaron y coincidieron en que el jugador se burló o le faltó el respeto al patriarca de la familia Char.
Y es que no es para menos la percepción del seguidor ‘tiburón’. Ello, por el simple hecho de que hizo viajar a Medellín al máximo accionista de la institución barranquillera (Fuad), cuando este nunca hace este tipo de cosas, para que se reuniera con él, considerándose como la mayor falta de seriedad que no le dio una respuesta concreta al término del cara a cara que sostuvieron, ‘jugadita’ que sí aplicó cuando el dirigente ya iba de regreso en su avión para Barranquilla.
Si bien este tipo de negocios en el mundo del fútbol pueden virar en cuestión de minutos, o de segundos, las críticas de los adeptos al Rojiblanco también compaginan en que el 10 de la Selección Colombia ya conocía la oferta que le había enviado el que se convertiría en su futuro destino: León de México, la que dobló a la que le llevó Fuad Char.
Hay quienes también estiman en sus escritos en las distintas redes sociales, que el zurdo cucuteño solo se valió de Junior para utilizarlo como una especie de escalera o de presión mediática para negociar con otros clubes.
Otras consideraciones con más tinte de veracidad exponen que el jugador de 33 años jamás quiso venir al elenco ‘currambero’. Sinónimo de esto: todas las exigencias que hizo en cuanto al contrato que quería, que luego llegase a la capital antioqueña Fuad, también las aparentes pretensiones relacionadas con asuntos de temas de derecho de imagen y hasta el exigir una parte del dinero de los derechos de televisión.
Si todos esos escritos que se leen en los distintos portales noticiosos de la ciudad tienen una razón del 100%, lo que pasó este viernes 10 de enero se resumiría en que James Rodríguez, o su equipo negociador, no solo se burló de las directivas del Junior de Barranquilla, sino del equipo como tal y de la hinchada del elenco ‘quillero’.