“No tenía problemas con las autoridades. Forzaron el portón y la puerta donde dormía y le dispararon”.
Familiares y allegados de Jaider Antonio Rojas Bravo, de 33 años, lamentan su muerte violenta, ocurrida este sábado, a las 11:30 de la noche, en la carrera 7 con calle 51, barrio Ciudadela Metropolitana, en el municipio de Soledad, Atlántico.
Según el reporte inicial de la patrulla de vigilancia, varios testigos relataron que dos individuos que se movilizaban en una motocicleta negra, portando un bolso de reparto de la empresa Rappi, se acercaron a la víctima sin mediar palabra y le dispararon, impactándolo en dos ocasiones en la cabeza. Luego del ataque, los agresores huyeron del lugar con rumbo desconocido, sin que hasta el momento se tenga información sobre su paradero.
Impacto News intentó conversar con el padre de Jaider Antonio, quien entre lágrimas gesticulaba con sus manos para hacerse entender, a raíz de su limitación en el habla, pero su rostro expresaba el dolor y la impotencia que lo invadía por la forma como acabaron con la vida de su hijo.
A nuestro paso salió Fernando Rojas, familiar de Jaider: “Él trabajaba en un grupo de alabanza de una iglesia evangélica, tenía un año de estar en el cristianismo y haberse convertido al evangelio. En Facebook montaba videos predicando la palabra. Esa era su labor principal, estar alabando a Dios”.
Según lo informado por las autoridades, la víctima se encontraba descansando en su habitación, cuando un sicario irrumpió en la morada tras forzar la puerta de ingreso y le asestó varios disparos.
“En las noches acostumbro a apagar el celular y cuando me desperté, lo prendí y encontré una llamada perdida de mi hermana. La llamé y me dijo: Mataron a Jaider”. Me parece increíble que lo hayan matado y en la forma como lo hicieron”, agregó Fernando a Impacto News.
“Jaider estaba separado de su compañera y dejó dos niñas. Su papá es sordomudo, está tocado, está muy deprimido por la muerte de su hijo”, finalizó.
Informe: Alexander Ojito – El Ojo de la Calle
