La cifra de pacientes hospitalizados por COVID-19 es baja, pero la variante Delta tiene en alerta al país.
Este viernes 25 a las 12:00 del mediodía en Israel se volvió a imponer el uso obligatorio del tapabocas en espacios cerrados públicos, diez días después de haberlo eliminado. Según el Ministerio de Salud de dicho país esto se debe a un aumento continuo en el número de casos de COVID-19.
El jueves 24 de junio Israel registró 227 contagios, por lo que para prevenir que la situación sanitaria se agrave, se impuso la medida y se recomendó que las personas usaran tapabocas en los eventos masivos al aire libre.
“Nuestro objetivo en este momento, ante todo, es salvaguardar a los ciudadanos de Israel de la variante Delta enloquecida en el mundo”, indicó el primer ministro Naftali Bennett, quien sostuvo una discusión sobre la propagación del coronavirus, con énfasis en la variante Delta.
También, el Ministerio de Salud israelí aconsejó a quienes pertenecen a grupos de riesgo y no están vacunados, no asistir a reuniones con aglomeraciones. En el país hay 48 personas internas de las cuales 26 se encuentran en estado crítico, y 16 están siendo ayudadas con respiradores artificiales.
Pese a que la cifra de pacientes hospitalizados es baja, la medida se toma para evitar que la crisis sanitaria se agrave con la variante Delta, que hasta el 22 de junio comprendía el 70% de los casos registrados.
En la medida, se aclara que se exceptúa el uso obligatorio del tapabocas dentro de la residencia de la persona. También, se excluye a los menores de 7 años, personas con discapacidades que les impidan usar mascarilla y quienes realizan actividades deportivas, entre otras.
