Gaseosas y cervezas costaron $45.000 cada una.
Insostenible, así han catalogado los turistas los constantes abusos por parte de propietarios de establecimientos comerciales al momento de cobrar por los servicios ofrecidos. El último caso lo dio a conocer un ciudadano mexicano al que le tocó cancelar una factura de $6.502.000 en un kiosco ubicado en Isla Barú.
La denuncia la hizo un joven al que los extranjeros recurrieron para un servicio de guía por la ciudad. De manera anónima, la persona indicó: “me encontraba con unos clientes mexicanos y un vendedor apodado el Ají les hizo un excesivo cobro a mis clientes de una suma de 6.500.000″.
Lo curioso de la factura es que productos como la Coca Cola y la cerveza Corona tamaño grande tenían un valor unitario de $45.000, mientras que una bolsa de hielo costaba $40.000, el uso de un parlante con música y radio costaba $120.000 y una picada familiar, 1.250.000.
Algunos habitantes de la isla, conscientes de la situación, han manifestado que no hay donde denunciar estos hechos, pues hay poca presencia de Policía en el lugar debido al deterioro de la estación, lo que ha hecho que los atropellos aumenten, ya que antes los visitantes pedían ayuda a las autoridades para llegar a un acuerdo.
Así estaba discriminada la factura
- Lancha privada $980.000
- 5 sancocho $225.000
- Picada familiar $ 125.000
- 26 cervezas corona $ 1.170.000
- Hielo $ 40.000
- 3 coca cola grandes $ 135.000
- 1 ceviche de camarón $ 85.000
- Estadía $910.000
- Alquiler de bafle $120.000
- Servicio del restaurante $737.000
- Nuestro trabajo $850.000
Abusos reportados por otros viajeros
No es la primera vez que los extranjeros y turistas de otras ciudades de Colombia han vivido este tipo de situaciones. El pasado 5 de julio una mujer denunció que le habían cobrado $450.000, incluyendo $120.000 por el servicio prestado.
En el mismo mes, otra persona denunció que un vendedor le ofreció una muestra gratis de ostras, después de acceder a ella, el sujeto le cobró $110.000. Algunos viajeros han manifestado que proceden al pago de estas exorbitantes cifras por amenazas.
