Las acciones simultáneas dejaron como resultado la incautación de más de 800 celulares, droga, licor artesanal y armas blancas.
En una contundente respuesta a la reciente ola de atentados contra funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), la entidad lideró este jueves un operativo simultáneo en 123 cárceles del país, logrando una de las mayores incautaciones de los últimos años.
Según el reporte oficial, durante las requisas fueron decomisados 828 teléfonos celulares, junto a 2.528 accesorios de telefonía móvil, presuntamente utilizados para coordinar actividades delictivas tanto dentro como fuera de los centros penitenciarios.
Además, se incautaron 11.026,29 gramos de estupefacientes, 1.790 litros de licor artesanal, $4.233.200 en efectivo y 839 armas cortopunzantes, lo que evidencia la gravedad del nivel de ingreso de elementos prohibidos a las cárceles.
El operativo se desplegó como medida de choque frente a los recientes ataques dirigidos contra los dragoneantes, funcionarios encargados de la seguridad interna de las prisiones. En las últimas semanas se han registrado varios hechos violentos atribuidos a retaliaciones por parte de organizaciones criminales privadas de la libertad.
“La intervención simultánea no solo busca restablecer el control institucional, sino también enviar un mensaje claro a quienes pretenden intimidar a nuestros funcionarios”, declaró el director del Inpec, teniente coronel Daniel Gutiérrez.
El instituto anunció que continuará con este tipo de operativos sorpresivos en coordinación con otras entidades del Estado, y que se abrirán investigaciones disciplinarias y penales en aquellos establecimientos donde se detecten posibles casos de complicidad interna.
Este megaoperativo pone en evidencia los desafíos estructurales del sistema penitenciario colombiano, donde el hacinamiento, la corrupción y la violencia siguen siendo focos críticos para la seguridad nacional.
