El peligroso criminal se encontraba gozando de la medida de detención domiciliaria en Medellín, pero al enterarse que volvería a prisión decidió huir de la justicia.
Hay indignación en todo el país por el actuar de la justicia en el caso de Óscar Camargo Ríos, alias Pichi, considerado el Pablo Escobar de Bucaramanga dado su poder en el ámbito del narcotráfico, puesto que el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) había advertido desde julio pasado sobre el alto riesgo de fuga del privado de la libertad, pues se encontraba pagando una condena en su domicilio.
Lo que la entidad carcelaria y muchas personas como el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán, advertían se hizo realidad el pasado jueves 10 de octubre en Medellín, cuando el brazalete de seguridad que alias Pichi tenía instalado emitió alerta de transgresión en el CERVI y esto alertó a las autoridades.
“Ante la alerta del brazalete se envía de nuevo cuadrilla de domiciliaria y no se encuentra al señor en el domicilio. Se hace el informe al Juez del caso”, comunicó el INPEC.
Incluso, el mismo jueves en la tarde el mandatario bumangués había destacado la decisión de la justicia de revocar la medida de detención domiciliaria de alias Pichi, quien al enterarse de que iba a ser enviado nuevamente a prisión decidió darse a la fuga y no cumplir sus compromisos con la justicia colombiana.
¿Por qué la justicia demoró en actuar ante las señales de alerta de las autoridades sobre la inminente fuga de este peligroso criminal? Esta y otras preguntas son las que han suscitado en el plano nacional tras conocerse la noticia.
Precisamente una de esas criticas indignantes fue la del alcalde de la capital de Santander, quien señaló en su cuenta de X:
“La fuga de alias Pichi y todo lo que rodeó su caso en los últimos días, da un mensaje de inseguridad jurídica a todo el país. Las instituciones al parecer no están alineadas en la reacción, y desde el Gobierno Nacional se envían mensajes de permisividad con la delincuencia que recalan en estos peligrosos criminales”, expresó Jaime Andrés Beltrán.
Otro que dejó ver su indignación fue el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, quien también a través de su cuenta de X (antes Twitter) se refirió a la fuga de Óscar Camargo Ríos y de la displicencia de la justicia para tener celeridad en este tipo de casos que requieren una intervención urgente.
“Muy verraco así. Mientras los alcaldes de la mano de la fuerza pública perseguimos a los criminales más peligrosos, el sistema los premia y los llena en exceso de privilegios y de presuntas garantías. Qué rabia y qué frustración que este bandido de Pichi, conocido como el Pablo Escobar de Bucaramanga, se esté hoy burlando de la justicia y de toda una sociedad por haberse escapado de su detención domiciliaria”, dijo Fico.
Adicionalmente, el mandatario cuestionó: “¿Cómo es posible que este sujeto de alto calibre criminal, después de ya haber estado en la cárcel, haber sido capturado en varias ocasiones y después de ya haberse volado en otras oportunidades, salga entre rumores y secretismo a seguir pagando la pena con medida domiciliaria? ¿Cómo es posible que para que cumpla su pena domiciliaria haya sido enviado a la ciudad de Medellín? Nada tenía que estar haciendo aquí, menos cuando en esta ciudad y en el Valle de Aburrá ya había sido recapturado en al menos dos ocasiones por estar haciendo negocios criminales. ¿Acaso lo querían premiar? ¿Qué es lo que todavía no sabemos de los nexos de este criminal?”.
Informe y redacción: Luis Ángel Terán
