El alcaloide estaba oculto en una camioneta y tenía como destino Bélgica.
Gracias a información entregada por una fuente humana, la Policía Antinarcóticos logró incautar 630 kilos de cocaína que se encontraban al interior de una camioneta, en un parqueadero del municipio de Soledad, Atlántico.
Según las investigaciones de las autoridades, fueron alertados de cómo estarían coordinando el ingreso de un cargamento al puerto de Barranquilla, días antes el conductor había ingresado a la ciudad desde una población en el departamento de Córdoba, en donde había recogido el alijo en bolsas de fibra o costales.
A su llegada a la capital del Atlántico, el conductor evadió por varios días los controles de las autoridades, tomando siempre vías secundarias, en espera de una orden para actuar en el momento exacto y trasladar la sustancia alcaloide hasta otro sitio en el puerto.
Después de salir del puerto, el hombre fue rumbo hacia el parqueadero donde estacionó el automóvil, pero sin apagar el motor, allí habría recibido una llamada que lo alertó de la presencia de las autoridades, que alcanzaron a llegar antes que se diera a la huida.
En medio de la diligencia, los agentes encontraron en las sillas traseras los costales de fibra con la sustancia alcaloide, cada paquete llevaba un logo símbolo con un sistema alfa-numérico E48, RSQ8, GELE y procedieron a la captura del conductor.
En el reporte entregado por los oficiales, se indicó que una persona ubicada en el Puerto de Barranquilla denunció a dos sujetos conocidos con los remoquetes de “Walter” y “Papa Grande”, quienes tenían la intención de contaminar una carga a exportar, para realizar el envío hacia Bélgica, a una red narcotraficante vinculada al cartel de Los Balcanes.
