La congregación deberá indemnizar con más de $25.000 millones a los familiares de las víctimas.
El monto equivalente a 27.805 salarios mínimos legales vigentes, cerca de $25.502.324.82 millones, es lo que deberá pagar la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, por la tragedia ocurrida en el 2014, cuando murieron 33 niños quemados.
Siete años después el fallo del Tribunal Administrativo del Magdalena, determinó la responsabilidad de la congregación en el fallecimiento de los menores. El pastor Álvaro Torres, presidente de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia (IPUC) se pronunció este jueves en Blu sobre el fallo del tribunal:
“El problema no es si vamos a pagar o no, sino determinar quién es responsable. El problema de una iglesia no es aceptar si tiene quedar un dinero o no, sino saber que no fuimos negligentes o imprudentes o que fuimos responsables de la muerte de un montón de niños, que nos duelen en toda el alma”, indicó Torres.
También, el pastor dijo que en su momento asistieron a las familias de las víctimas con más de $1.000 millones, que no tiene dinero para pagar la indemnización y que harán uso del derecho de apelación dado que la contratación del bus se trató de “un favor con mucha torpeza” y que la iglesia nunca contrató al conductor.
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Por este hecho, el conductor del vehículo incinerado, Jaime Gutiérrez Ospina, fue sentenciado a 10 años y 11 meses de prisión y el pastor Manuel Salvador Ibarra fue condenado a 10 años de prisión.
Es de recordar que la tragedia se presentó cuando los infantes se movilizaban en el bus y por lo menos 50 menores resultaron lesionados cuando el conductor vertió combustible en el carburador para intentar arreglarlo, a causa de las fallas mecánicas que había presentado durante el camino.
