“Estamos pidiendo una visa humanitaria para que mi mamá vaya, reconozca a su hijo y se lo traiga”, contó con la voz quebrantada la hermana del hombre.
En video quedó captada la última imagen en vida de un barranquillero quien, mientras buscaba el “sueño americano”, murió, al parecer, tras sufrir un infarto, luego de cruzar de forma ilegal la frontera entre México y Estados Unidos.
Edwin Álvarez Serna, de 32 años de edad, partió con su morral lleno de ilusiones el pasado 7 de agosto y ya había realizado una peligrosa travesía cuando se desplomó en la zona fronteriza entre Tijuana y San Diego.
Ayleen, hermana de Edwin, le contó a Impacto News detalles sobre este episodio trágico que está viviendo su familia:
“Él trabajaba como técnico especialista en Gecolsa desde hace nueve años, los muchachos le decían que esperara e hiciera sus papeles para viajar legalmente, pero él no esperó porque su novia ya estaba en Miami, desde hace más o menos tres meses. Yo le decía a él que no se fuera así, porque ella sí había sacado sus papeles y se había ido por avión, dado que su madrastra y su papá están radicados allá, pero él no esperó, al parecer, en una llamada que tuvieron, ella lo convenció de que se fuera con ‘ayuda’ de los coyotes. Mi hermano y su novia estuvieron siete años juntos, vivían en un apartamento en Soledad, pero ella era muy celosa y la relación ya venía con problemas”.
Sobre la travesía de su hermano, Ayleen relató: “Él nació en Barranquilla, pero residía en Soledad, aunque tres meses antes del viaje se quedó compartiendo con mi mamá en Galapa. Edwin salió el 7 de agosto hacia Bogotá como a las 4:00 a. m. y el vuelo a Cancún salía como a las 8:30, el coyote que contrató es un señor llamado Hernán. Apenas mi hermano llegó a Bogotá llamó a mi mamá ofuscado, diciendo que necesitaba dinero, $8 millones, nosotras estábamos pensando qué hacer para enviárselo; cuando llegó a Cancún, el 11, le dijo a mi mamá que no lo llamara ni le escribiera más porque iba a pasar la frontera, dado que era normal que los tomara Migración y los tuviese incomunicados hasta tres meses, más a él porque iba solo”.
Según le han indicado a la familia del barranquillero, este se encontraba feliz, celebrando su llegada a la frontera cuando ocurrió el suceso desafortunado:
“Mi mamá presentía cosas feas, yo soñaba cosas horribles; esperábamos tener una respuesta de que estaba bien. El 13 de agosto la novia de él se comunicó con mi mamá, le mandó un video que le habían enviado, donde se ve a mi hermano junto con un grupo de personas en la frontera, ella le dijo que ya ellos debían estar en Migración, pero que había que esperar que dijeran si lo iban a deportar o a dejar ahí. Después, la novia y el contacto que le hizo el cruce con la persona encargada le pidieron $3 millones a mi mamá, que supuestamente faltaban para pagar por Edwin, mi madre los prestó y los envío, pero no a la misma cuenta que Edwin había dado para irse sino a la cuenta del amigo que contactó al coyote. Mi mamá se alertó, por ser una cuenta diferente”.
Todos los días Clarissa, madre de Edwin, le escribía a la compañera sentimental de su hijo. Ayleen recordó con dolor:
“Mi mamá no podía ni dormir, no sabíamos nada de él, hasta el 21 a las 2:00 cuando recibió una llamada de la novia de Edwin, mi madre se imaginó que era una sorpresa, que iba a escuchar a su hijo, pero era la pareja de él, diciendo que su papá tenía que darnos una noticia, la noticia era que Edwin había fallecido; nos explicaron que cuando pasaron el muro todos brincaban de felicidad, a Edwin le dolió el pecho y se desplomó”.
Aunque no ha podido viajar a Estados Unidos ni visto las fotos del cuerpo sin vida de su hermano, Ayleen detalló que el médico forense encargado del caso se comunicó con ella:
“A Edwin lo llevaron hasta un hospital en San Diego, California, donde confirmaron su muerte. No tenemos fotos de Edwin muerto ni de sus pertenencias, sabemos que murió porque las huellas fueron verificadas con las autoridades colombianas, eso me aseguró la persona con la que hablé. Yo le dije al investigador que mi hermano tenía un tatuaje de un león en el pecho y varios en los brazos, él me dijo que no podía responder a mis preguntas, yo le describí todos los tatuajes y él se quedó callado, sin embargo, cuando le dije: ‘El señor Edwin tiene un tatuaje en forma de cadenas de matas’, a él se le salió y me dijo: ‘Es él’, pero como se dio cuenta de que escuché, me comentó que no me podía asegurar nada, pero era el 99% confirmado”.
Familiares de Álvarez Serna adelantan una campaña para recolectar recursos económicos y poder repatriar el cuerpo de Edwin, al tiempo que solicitan una visa humanitaria para que la progenitora del ciudadano pueda viajar a Estados Unidos.
“Llamamos a la novia de él y dijo que no se podía ir hasta San Diego porque el papá estaba trabajando y están ocupados, tratamos de hacer la colecta por GoFundMe, pero pide muchos requisitos, la única persona que tenía todo lo requerido era el papá de ella, pero él no accedió. Lo que estamos pidiendo a la Cancillería, Presidencia, Vicepresidencia y al Gobierno de Estados Unidos es una visa humanitaria para mi mamá, para que vaya, reconozca a su hijo y se lo traiga”.
