Haber empatado su primer partido ante Nacional obliga al Tiburón a ganar sí o sí.
Por: Iván Peña Ropaín.
Junior de Barranquilla se encuentra en la capital santandereana para sostener su partido por la segunda fecha del cuadrangular A frente a Bucaramanga, previsto para las 6:00 p. m. del martes 31 de mayo.
El equipo dirigido por el estratega argentino Juan Cruz Real viajó con el plantel que ha saltado a la cancha en los últimos partidos por Liga y por Copa Sudamericana, exceptuando a las ya sabidas ausencias por lesiones y que ameritaron cirugías, como es el caso de Homer Martínez y Enrique Serje; la del zaguero Germán Mera, desvinculado del club; y la de Fernando Uribe, que sigue sin recuperase de la molestia física que lo aqueja desde hace días y que lo ha relegado de varios cotejos desde que llegó al Rojiblanco.
Sin tanta bulla partió el Tiburón a la Ciudad Bonita, principalmente, porque se siente todavía un aire de desconsuelo en la Arenosa y entre los hinchas. Es la hora y nada que asimilan la horrible derrota 4-0 y posterior eliminación de la Sudamericana a manos de Unión de Santa Fe de Argentina.
La escuadra de Barranquilla sabe que la única opción que tiene para cambiarle el ánimo a su gente es, por lo menos, quedar campeón de la Liga, conseguir la décima para la institución.
Ante ello, a raíz del amargo empate que consiguieron en Barranquilla en la primera jornada ante Nacional, resultado que lo tiene tercero en la tabla, en Bucaramanga deberán ganar sí o sí; una paridad o una derrota, que sería lo peor, le reduciría en un gran margen las posibilidades de empezar a pelear seriamente en este grupo por la clasificación a la gran final del Torneo Apertura.
Por otro lado, hoy (8:00 p. m.), después del Junior vs. Bucaramanga, también jugará el verde de los antiqueños ante el puntero parcial del A, Millonarios de Bogotá.
