El Gobierno de Venezuela, en otro hecho, advirtió que no le permitieron tanquear el avión en el que saldría de ese país La Vinotinto.
Por: Iván Peña Ropaín.
El odio y xenofobia que han crecido en distintas ciudades del Perú contra los venezolanos que emigraron a ese país, tal como lo hicieron muchos de esa nacionalidad a otros países de Sudamérica a raíz del grave problema social y económico que los golpeó con fuerza por culpa de su gobierno interno, se trasladaron al juego de anoche en el estadio Nacional, en la capital de Lima.
En ese epicentro del fútbol chocaban por la fecha seis de las Eliminatorias los combinados de Perú y Venezuela, siendo el marcador uno a uno lo de menos, ya que se dejó a un lado el tema futbolístico para darle cabida a la aversión que denunciaron jugadores e hinchas de La Vinotinto antes, durante y después del compromiso.
Tal como han hecho peruanos en diversas regiones de la nación inca: adelantar especie de cacerías para insultar y sacar a los venezolanos de sus barrios, culpándolos por el incremento de la delincuencia en sus sectores, dicen pasó en algunos puntos del estadio en dicho compromiso.
La fanaticada del país del joropo, y hasta jugadores, empezaron hablando del maltrato físico y verbal del que fueron objeto no solo de los hinchas del seleccionado de La Banda Cruzada, sino de la propia Fuerza Pública peruana.
Los futbolistas indicaron que los uniformados les impidieron, una vez finalizó el compromiso, acercarse hasta la gradería donde estaba la parcialidad de la Selección Venezuela, con el fin de dedicarles el empate logrado, el que seguían dentro de los puestos clasificatorios en las Eliminatorias y por haberlos acompañados.
No obstante, indicaron jugadores venezolanos, los agentes del Estado de ese país, en actitudes hostiles y totalmente xenófobas, se los impidieron y, por el contrario, para evitar que siguieran acercándose a la grada optaron por repelerlos a punta de macana, terminando varios de los deportistas con golpes en sus cuerpos.
Lo mismo ocurrió con los hinchas de La Vinotinto que acudieron al estadio Nacional, quienes manifestaron que antes del juego les gritaban que se fueran del Perú, así como le arrojaban cosas para agredirlos. “Pana, y ni decir lo que vivimos adentro del estadio, donde nos trataron muy mal”, dijo uno de los afectados.
Tales hostilidades se sumaron a lo que denunció el gobierno venezolano la tarde de este martes, al señalar como un ataque del gobierno del Perú, en cabeza de su presidenta Dina Boluarte, al no permitir que se tanqueara el avión en el que despegaría de allí la Selección Venezuela, catalogándolo como “nueva arbitrariedad”.
“El Gobierno de Perú comete una nueva arbitrariedad contra los venezolanos, al impedir que el avión que trae de regreso a La Vinotinto recargue el combustible para emprender el regreso”, había advertido a través de su cuenta X el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, solucionándose horas después enunciada dificultad.