“Que ser mototaxi sea sinónimo de progreso, a través de la formalidad, autonomía y acceso a un mejor futuro. Esa es mi promesa”.
El precandidato presidencial Héctor Olimpo Espinosa lanzó una de sus propuestas más audaces y con impacto social: la legalización del mototaxismo en Colombia, con el fin de transformar la vida de más de 400.000 personas que hoy ejercen este oficio en la informalidad en al menos 150 municipios del país.
“Quiero dignificar la vida de los mototaxistas y sus familias, transformar sus proyectos de vida. El Estado los ha condenado a la ilegalidad con la Ley 769 y, por lo tanto, a la pobreza. Vamos a cambiar esa realidad”, aseguró el aspirante, quien se comprometió a presentar un proyecto de ley que reconozca esta actividad como Transporte Individual en Motocicleta (TIM).
Un problema masivo y un vacío estatal
En Sincelejo, cerca del 60 % de los viajes urbanos se realizan en mototaxi y alrededor del 40 % de la población económicamente activa depende de este oficio. En ciudades como Santa Marta, el número de mototaxistas pasó de 38.000 en 2019 a 60.000 en 2021. Barranquilla, Cartagena, Montería, Palmira, Valledupar y otras urbes del Caribe concentran también miles de conductores que hoy trabajan sin contrato, sin seguridad social, sin salud ni pensión.
“Ustedes son el corazón de nuestra economía. Tenemos que darles a los alcaldes la facultad de apoyar y legalizar el mototaxismo en sus territorios”, agregó.
En ese contexto, Olimpo propone cuatro pilares para transformar el mototaxismo:
1. Habilitador local y blindaje normativo
- Creación de la categoría TIM en el Código Nacional de Tránsito.
- Registro en el RUNT-TIM y credenciales municipales.
- Acceso obligatorio a seguridad social y salud.
2. Seguridad y Convivencia
- Rutas seguras con justicia móvil.
- Escuela de Mototaxi para formación en normas de tránsito y atención al pasajero.
- Promotores de convivencia y cultura ciudadana.
3. Estado aliado del mototaxismo
- Asistencia técnica a municipios para la formalización, inclusión en compras públicas de última milla.
- Fondo departamental para transición hacia motocarros rurales.
4. Descentralización y autonomía
- Facultar a alcaldes y gobernadores para adaptar la regulación a sus territorios.
- Incentivos y políticas locales acordes a las necesidades de cada región.
La propuesta contempla una implementación gradual:
Etapa 1: pilotos en 3–5 ciudades intermedias.
Etapa 2: evaluación de impacto en movilidad, seguridad y economía local.
Etapa 3: aprobación de una ley nacional de formalización e integración digital.
El modelo incluirá el uso de una plataforma digital única con geolocalización, tarifas reguladas, botón de pánico, registro de quejas y estadísticas para garantizar trazabilidad y seguridad.
Según explicó Héctor Olimpo Espinosa, el plan se inspira en experiencias de países como Brasil, India, Indonesia y República Dominicana, donde los mototaxis están regulados con licencias especiales, chalecos numerados, seguros obligatorios y plataformas digitales. “El mototaxismo puede convertirse en un transporte formal, seguro y con derechos. Colombia tiene que dar ese paso”.
Para Candy Tinoco, mototaxista, “sería una oportunidad para nosotros como trabajadores porque tendríamos más opciones para nuestras familias. Un mejor futuro para nuestros hijos. El mototaxismo es una base fundamental porque aquí no hay oportunidades de otro trabajo. Necesitamos que nos ayuden a nosotros y a nuestras familias”.
Otro mototaxista que aplaudió la propuesta fue Miguel Gaibao. Para él, es “una buena alternativa para quienes no tienen otra opción que sobrevivir con una motocicleta, pero con garantías: que podamos tener pensión, nuestras herramientas de trabajo al día y apoyo del gobierno. Hoy muchos no lo tenemos porque no hay oportunidades. Que nos ayuden y se nos haga más fácil trabajar con dignidad”.
Beneficios para el país
- Movilidad más ordenada y segura: menos accidentes, rutas definidas y usuarios más confiados.
- Impacto económico local: formalización de miles de micro emprendedores y dinamización del comercio de barrios y zonas rurales.
- Seguridad ciudadana: regulación que evita la captura del mototaxismo por bandas criminales.
- Descentralización real: autonomía para que los municipios adapten el servicio a sus realidades.
“Que ser mototaxi sea sinónimo de progreso, a través de la formalidad, autonomía y acceso a un mejor futuro. Esa es mi promesa”, concluyó Espinosa.




