El documento entregado aduce cancelación de contrato por justa causa.
Dairon Valencia Mejía y Farid Samir Palencia Vargas lograron recuperar su libertad luego de ser capturados y señalados por la Policía de hurtar $1.895.000 de un carro de valores de la empresa Brinks y presuntamente haber trasladado las tulas de dinero a otro vehículo particular.
Gracias a una cámara de seguridad del centro comercial Viva, en la zona de cargue y descargue, el abogado defensor Miguel Mercado pudo demostrar que los dos guardias capturados se encontraban al momento del hurto, al interior del establecimiento y no podían tener el don de la ubicuidad.

En la mañana de este miércoles 23 de febrero, Dairon, Farid y un tercer empleado, fueron notificados de la cancelación de su contrato, hecho que los tomó por sorpresa y que consideran una clara violación al debido proceso.
“Nos citaron a los tres a una capacitación, a las 6:45 de la mañana, en la sede de la empresa. El motivo era un entrenamiento virtual con un instructor de Bogotá; empezamos la clase, estaban conectados varios compañeros de distintas ciudades. A las 9:30 a. m. nos dieron un receso de media hora y decidimos tomarnos algo, pero nos pidieron que llegáramos a una oficina”, expresó Dairon Valencia.
Artículo relacionado: “Amamos a nuestra empresa, no queremos pensar que haya un complot contra nosotros”: guardias de Brinks
“Nos dijeron que sería algo breve, nos hicieron una serie de preguntas e hicimos nuestros descargos, algo muy parecido a lo que hicimos en las audiencias. Nos proyectaron una diapositiva como queriendo demostrar errores en el procedimiento y nos informaron que la empresa decidió dar por terminado nuestros contratos por justa causa”, añadió.
“Firmé la notificación, pero dejé constancia que no estaba de acuerdo con el contenido del documento. Además del despido nuestro, también lo hicieron con un compañero que durante la privación de nuestra libertad se mostró muy solidario, nos brindó apoyo e hizo recolecta entre los compañeros para llevarle sustento a nuestras familias”, agregó.

Dairon Valencia Mejía y Farid Samir Palencia Vargas nunca más volvieron a ser tenidos en cuenta por la empresa Brinks para ejercer labores. “Luego de mi calamidad doméstica recibí tres días de licencia por la muerte de mi abuela, llamábamos todas las noches y aparecíamos como “no disponible”.
En las mentes de Dairon y Farid rondan muchas preguntas sin respuestas, como el daño de las cámaras de seguridad del carro de valores. “Ese tema no deja de darme vuelta en la cabeza, ¿cómo entender que las 4 cámaras del vehículo se encontraba dañadas el dia del robo? Tenía más de un año sin abordar ese carro, no tenemos acceso a la información de las cámaras, lo peor del caso es que la Brinks dañó la cadena de custodia del carro del valores, se lo llevaron para un parqueadero interno, lo manipularon y dos días después emitieron un comunicado, como si ellos fueran peritos, contaminaron la escena del robo”, afirma Dairon Valencia.
“Este despido, aparte de injusto es algo muy doloroso, quieren encontrar culpables donde no los hay. Si la Policía hubiese esperado 5 minutos, habría revisado el video de la cámara de seguridad del centro comercial y hubiesen confirmado que no fuimos nosotros los ladrones. En Santa Marta robaron otro carro de valores y no pasó nada, a los compañeros los reintegraron. Están cometiendo un error con nosotros, nos están crucificando”, finalizó.